Feb 7, 2012

Nota en el diario de hoy

“En nueve años, el reino del automóvil privado habrá llegado a su fin en la ciudad”.

En nueve años – no en ocho ni en diez – los habitantes de la ciudad irán a trabajar en colectivo, bicicleta, caminando o compartiendo viajes en auto con vecinos compañeros de trabajo. Yo, por las dudas, hubiera dejado abierta la posibilidad de los autos voladores de “Volver al futuro”. Nunca se sabe.

Me llamó la atención el tonito. La nota no habla de la posibilidad, de la ambición o del proyecto sino de la certeza plena de que será así.

¿Cómo lo saben? Ah, porque así fue determinado por los funcionarios del “Centro de movilidad durable” de la ciudad, una especie de Gosplan municipal para el transporte público.

Qué quieren que les diga, impresiona. Ya ni se toman el trabajo de explicar por qué es algo deseable que la gente utilice el transporte público y, de serlo, por qué el estado/gobierno se tiene que ocupar del tema.

No importa que la empresa municipal de colectivos pierda millones de dólares por año ni que no pueda funcionar sin subsidios masivos porque la zona no tiene la densidad de población que justifique el sistema.

Si ir a trabajar en auto compartiendo el viaje con un vecino es una idea tan excelente, conveniente, maravillosa, sensata, racional, ¿por qué hace falta una campaña del estado/gobierno para obligar a la gente a hacerlo?

La gente de a pie, los contribuyentes que les pagamos el sueldo, somos tontos y no sabemos lo que nos conviene en la vida. Por suerte están estos burócratas iluminados para mostrarnos el camino.

3 comments:

  1. Pero estos burócratas (o sus mandantes) fueron votados por esa misma gente que les paga el sueldo, no brotaron de un repollo. Entonces ?

    A los quebecos les gusta vivir así ?

    (reemplazar quebecos por cualquier nacionalidad)

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  2. Esta realidad se explica solo con trabalenguas demenciales.
    Si no porqué tengo obligación y no derecho de tener la sube. Tengo que tenerla si o si, porque si no dejo de viajar para no sufrir la impotencia de ser el único dela cola que en lugar de 1,20 pagará 3 (al menos eso dicen).
    Las empresas fueron libres de poner en regla un vehículo y salir a capturar un usuario que frecuentara un periplo usual en la ciudad. Las líneas de bus se extendieron libremente siguiendo el desarrollo edilicio de la ciudad. Cuando el negocio era lo suficiente grande para echar mano, regularon e impidieron el acceso de otras empresas creadas para disputarles la demanda.
    Lo que debería ser es la libre competencia resguardando el estado solo las leyes para una buena prestación del servicio.
    Lo que en pocas palabras enuncio, no es estrafalario, funciona y mucho mejor que nuestro sistema en Chile.

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