El gobierno de Cristina ya se ha precipitado en la trampa así supuesta. Sus integrantes parecen creer que el relato que han confeccionado es un elixir mágico que los protege no sólo contra la mala suerte sino también contra las consecuencias previsibles de su propia inoperancia. Se han concentrado tanto en librar "batallas culturales" con discursos presidenciales frecuentes difundidos por la cadena nacional de radio y televisión, la creación de un imperio mediático e instituciones presuntamente académicas encargadas de reorganizar el pasado a fin de adecuarlo a las necesidades propagandísticas del kirchnerismo, que no les ha quedado mucho tiempo para las aburridas tareas administrativas, de ahí la decadencia cada vez más llamativa de virtualmente todo lo relacionado con el sector público.
Creer que la voluntad puede contra la realidad es más que un error, es una locura.
ReplyDeleteMuy, pero muy enfermitos.
ReplyDeleteYo creo que han pasado a un estado superior. La realidad ya no se quiere cambiar. Para eso debe de ser tenida en cuenta y analizada.
ReplyDeleteA esta altura es un componente que no entra en ningún análisis. Decidieron ignorarla olímpicamene.
Si lo dudan, escuchen al nuevo joven maravilla "Alex". (Así lo llama Moreno, que se cura en salud).
Saludos, Martín