El progre cree que la paz y el amor entre los seres humanos es algo natural y normal. El ser humano se pone violento y malvado solo en sistemas que generan desigualdad, como el sistema "capitalista".
Creo que ahí está la clave. Lamentablemente lo natural es la violencia, la ley del más fuerte, la guerra, y la pobreza. Y lo artificial es la paz. Para erradicar el crimen violento hay que educar, civilizar a la gente, y esto incluye tener justicia, policía y cárceles funcionando.
Educarse supone un esfuerzo semejante sino mayor al de trabajar; y si se acepta así todo el beneficio podría venir por añiadidura.
ReplyDeleteYo me pregunto, el Cabeza pobre se propone educar a sus hijos a pesar de no haberlo podido hacer él?
Ya no, Sergio, te lo puedo asegurar. Ése era un paradigma de las inmigraciones europeas, no de las actuales letrinoamericanas, salvando, como siempre, las excepciones individuales. No lo digo porque lo haya leído, lo compruebo en la realidad, lamentablemente.
ReplyDeleteGus VF
Lo digo por enésima vez: J.J.Rousseau, ¡¡¡la puta que te parió!!!
ReplyDeleteCuriosamente(sic) todos los misticismos, religiosos o sociales, de derecha o de izquierda rechazan y desdeñan una invención humana más importante que la rueda y que es la única que da solución a la violencia, ya que consiste en transacciones de valores complementarios, libres y voluntarias entre individuos: EL COMERCIO o juego de suma positiva en que ambas partes ganan con el intercambio. Cimiento de la civilización o sociedad pacífica, progresista y próspera.
ReplyDeleteComo decía Ayn Rand(parafraseo de memoria):
"Cuando ves que todas las soluciones colectivistas reiteradamente fracasan en la teoría y en la práctica, lo que tienes que empezar a cuestionar son las intenciones de sus defensores."
o ésta:
"No puedes hacer que los hombres abandonen los #medios [#socialismo] hasta que los convenzas de abandonar el #fin [#colectivismo]." [agrego yo: que es dominar al prójimo]
Todas las teorías colectivistas se basan en la dialéctica excluyente del Amo y el Esclavo o juego de suma0, en que uno gana, si el otro pierde.