O entre países a los que les va como Argentina y a los que les va como Canadá:
La mala fe y la sacada de ventaja permanente y generalizada.
No son los únicos para nada, pero hacen una diferencia enorme.
No digo que acá no existan, pero (por ahora) son absolutamente la excepción y no la regla. Creo que la gente tiende a subestimar el costo enorme de vivir en una sociedad en la que el valor por defecto, lo que cada uno espera de los demás, es que actúen de mala fe. Porque nadie está exento de hacer o dejar de hacer algo que perjudique a un tercero, pero la actitud generalizada de actuar con la intención clara y concreta de perjudicar a alguien es un cáncer social.
Lo mismo pasa con la sacada de ventaja permanente, de lo que sea, como sea, no importa si me sirve o no. Una vez más, acá existe pero es la excepción y no la regla.
En una época solía atribuir esas actitudes ante la vida a décadas de privaciones, ahora creo que es exactamente al revés. Son pobres porque actúan de mala fe y porque buscan sacar ventaja permanentemente.
Hace unos cuantos años me toco trabajar con un canadiense, un tipo muy macanudo y con unos cuantos años no vividos al gas. Había sido pastor y en ese momento se dedicaba a inversiones y tecnología.
ReplyDeleteAlguna vez tratando de explicar las diferencias me comentaba que suponía que aquí nunca habíamos llegado a ver las ventajas de la cooperación social (entendida como la entienden allá), y por lo tanto no la valorábamos.
Hasta ese momento entendía que la honestidad era un deber moral que yo había elegido para mi mismo, pero nunca se me había ocurrido que podía haber un beneficio en ella, era un concepto totalmente nuevo para mi.
Gustavo, el costo es tremendo, Por ejemplo, en países s los que les va como Argentina, el costo de tener algún tipo de transacción comercial o contractual con desconocidos es tan alto que en muchos casos no se llevan a cabo. Ese tipo de relaciones se suelen limitar a parientes y amigos muy cercanos.
ReplyDeleteLouis, justamente hablábamos del tema con mi cuñado ayer. El tamaño del mercado se achica terriblemente en estas condiciones. Cuando se mide el tamaño de una economía hay que tener muy en cuenta esta variable. Debe ser por eso que cada vez mas empresarios van o miran con cariño a Uruguay.
ReplyDelete¿Es el sistema que lleva la gente a eso o es la gente la que genera un sistema así?
ReplyDeletePero aca el juego nacional de naipes es el truco, donde se apuestan porotos y la finalidad no es ganar sino "cagar" al otro.
ReplyDeleteNo lo sé Louis. Un argentino en Canadá se adapta al sistema de allá. Pero no cualquier argentino va a Canadá, quienes migran están más propensos a aceptar otras costumbres.
ReplyDeleteComo extraño el follow-up comments.
Acabo de desestimar la oportunidad de un buen negocio exclusivamente por no confiar en ningún socio argento y no disponer de algún pariente cercano para llevarlo a cabo. Y de pensar obviamente que en Uruguay sí lo hubiera concretado, donde la delincuencia no campea tanto por las calles como acá.
ReplyDeleteGus VF
De terror, Gus.
ReplyDeleteUna explicación sería que los canadieneses son "egoístas racionales" (cuestión que motivó hace días un cruce de posts).
ReplyDeleteMe parece que, simplemente, en Canadá han internalizado ciertas reglas de buena convivencia que no se explican por el interés inmediato.
Un liberal indiscutible como von Hayek opinaría más o menos lo mismo.