El fascismo es socialismo y viceversa.

Particularmente lúcida me parece la reflexión de Albiac sobre el fascismo. El fascismo, afirma Albiac no es un fenómeno de la derecha, conservador. El fascismo es socialismo, es revolucionario. (…):

«El nazismo no es sino la forma administrativamente centralizada –esto es, socialista– del nacionalismo, y la nación nada pone sino la ficción de un sentido a la historia: identidad de ‘destino en lo universal’, por utilizar una fórmula cara a su fofa variante española. El fascismo no es una anomalía del modelo de poder burgués: es una deriva interna de su paradigma formal: una variación extrema del socialismo. No se ubica en uno de los polos de la metáfora topográfica derecha/izquierda. Es transversal a ellos.» (pág. 94.)

Felipe Giménez Pérez. Sobre: Gabriel Albiac, Diccionario de Adioses, Seix Barral, Barcelona 2005, 417 páginas.

Para que se entienda por qué la izquierda -aun la marxista- apoya a este régimen como si fuera La Revolución. Y por qué los intelectuales kirchneristas -oxímoron- hacen planteamientos dignos del comunismo.

El hombre que sintetiza esas tendencias, de manera blanda, es Mussolini. 

O cualquier émulo temporal suyo.

(Ponga usted aquí su foto.)