El nacionalismo tiene muchas caras pero un núcleo esencial, que es político antes que ideológico: hay alguien que se arroga el poder de definir la Nación sagrada, y consecuentemente el poder de condenar a los otros, a quienes califica de antipatriotas o, peor aún, apátridas. Esta palabra, común durante la última dictadura, ha vuelto a circular, y en boca de personajes conspicuos. En 1983 pareció que la Argentina democrática y republicana tomaba distancia de ese nacionalismo malsano. Hoy queda poco de aquel resurgimiento pluralista; el nacionalismo esencial se impone y hasta encajona a sus mismos críticos.
Tenía esta misma foto en lista de espera para ilustrar algun post, me ganaste de mano.
ReplyDeleteUstedes habian publicado algo sobre el precio de la nafta en estados unidos?
ReplyDeleteMiren esto y de la boca de Obambi:
Video: El precio de la energía según Obama
http://www.libertad.org/el-precio-de-la-energia-segun-obama/#more-6909
El artículo de Romero no me parece nada mal con su definición del "nacionalismo patológico" al que contrapone el patriotismo que evoca la República Romana con sus virtudes cívicas y la obligación del gobierno y sus ciudadanos de mejorar la patria dentro del Estado de Derecho, coincide totalmente con mi forma de pensar. No soy nacionalista ni patriotero, me siento patriota.
ReplyDelete"El nacionalismo se cura viajando" (Camilo J. Cela)
ReplyDeleteGus VF
Enmascarado, impresiona la involución de los argentinos, no de Romero, muy bueno el artículo.
ReplyDeleteLouis, lo había entendido en el mismo sentido, pero te acordarás que varias veces he expresado mi opinión sobre nacionalismo, patrioterismo y patriotismo y D. Romero lo dice muchísimo mejor que yo.
ReplyDeleteSí, claro, Enmascarado. Lo noté cuando lo leí.
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