Las intenciones son el pan nuestro de cada día de la política, pero en economía lo único que interesa son los incentivos.
Por más que logren sacarse de encima al régimen kirchnerista, si el próximo gobierno insiste con políticas que generan los mismos incentivos van a obtener irremediablemente los mismos resultados.
Aún si el próximo presidente es Cristo resucitado y baja a la Rosada con José, María y los doce apóstoles de ministros y secretarios.
Reemplazar a esta banda de delincuentes con un gobierno no totalitario sería sin duda un avance extraordinario, pero si la idea es salir del círculo vicioso de la pobreza y del atraso, con eso solo no alcanza.
Convengamos en que es un primer paso necesario.
ReplyDeleteEl desastre es tan grande que la salida no va a poder ser inmediata. Va a tener que ser gradual y a mediano y largo plazo.
Hablando de incentivos: Se va a tener que incentivar a mucha gente para que viva de su trabajo y no de otros. Y a mucha otra, que ya se cansó, para convencerla de que vuelva a producir/trabajar, porque, mayormente, otros no se van a quedar con la mayoría de lo que produzca.
DF, desde ya, sin sacarse de encima a esta mafia es imposible reconstruir el país. Por otro lado, una vez que se cae en un sistema clientelista tan generalizado, la salida es MUY difícil.
ReplyDeleteLa dificultad justamente está en salir del sistema, manejando los costos. Sin que "se caiga". Si se cae, se cae, no se sale. Y siempre queda la esperanza de volver, de que "esta vez sí se puede".
ReplyDeleteEs mejor una salida programada, conducida, gradual; que la gente se acostumbre y quiera lo nuevo, se olvide de lo viejo. Y que no sea una catástrofe.