O lo hace,o deja de ser Director de la Biblioteca Nacional de la República Argentina. Y no es cuestión de regalar tantos años de "lucha" para que su puesto se lo den a un bloggero K.....
Se supone que la biblioteca que el dirige esta llena de libros impresos con tinta de alto contenido de plomo, de epocas en que el gobierno no nos cuidaba de estas cosas. Propongo que se realice una prueba a cada libro y que se quemen todos aquellos que superen el limite permitido.
Me parece que González con estas declaraciones quiso quedar bien con Dios y con el Diablo porque en el último párrafo, además de pretender que aparezca un James Joyce argentino para que podamos exportar, habla de "destrabe total de la importación tanto de libros como de expresiones lujuriosas de cualquier tipo".
También está mostrando la hilacha de viejo verde baboso que extraña el Playboy o el Hustler de EE.UU.
O lo hace,o deja de ser Director de la Biblioteca Nacional de la República Argentina.
ReplyDeleteY no es cuestión de regalar tantos años de "lucha" para que su puesto se lo den a un bloggero K.....
Debería renunciar.
DeleteEs verdad que todo hombre tiene su precio.
ReplyDeleteYa sabemos cual es el de este atorrante.
Emma Peel
¿Por qué no opta por el suicidio este sujeto?
ReplyDeleteEl poder del dinero.
ReplyDeleteya està, ya se volviò. Moreno reculò
ReplyDeleteSe supone que la biblioteca que el dirige esta llena de libros impresos con tinta de alto contenido de plomo, de epocas en que el gobierno no nos cuidaba de estas cosas.
ReplyDeletePropongo que se realice una prueba a cada libro y que se quemen todos aquellos que superen el limite permitido.
Un pelotudo importante. Por pelotudo, no por importante.
ReplyDeleteMe parece que González con estas declaraciones quiso quedar bien con Dios y con el Diablo porque en el último párrafo, además de pretender que aparezca un James Joyce argentino para que podamos exportar, habla de "destrabe total de la importación tanto de libros como de expresiones lujuriosas de cualquier tipo".
ReplyDeleteTambién está mostrando la hilacha de viejo verde baboso que extraña el Playboy o el Hustler de EE.UU.