Viva la Unión Europea

Más grandes y cómodas
La Ley de la UE sobre las jaulas de las gallinas, duplica el precio de los huevos.

Me he limitado a copiar el titular de Libertaddigital porque es suficientemente explicativo.

Si algún progre protector de animales cree que el precio de los huevos no incide en los costos de numerosas industrias alimenticias y que afecta directamente al bolsillo de los ciudadanos, le agradeceré que ponga sus enormes huevos sobre la mesa y se los martille hasta que queden hechos polvo.

¡No se puede creer el nivel de imbecilidad de los burócratas europeos tan preocupados por el bienestar de las gallinas ponedoras y totalmente indiferentes a la crisis que afecta a los ponedores de los Euros que les pagan sus salarios!

Me voy a buscar algún psicólogo de animales (sí, resulta que parece que los animales tienen psiquis) para informarle que mis gallinas me han hecho saber que se frustran por no ser cubiertas por el macho de la especie, que viene a ser el gallo, y solo ponen huevos vacíos de embrión.

Esto les produce graves desequilibrios emocionales ante la imposibilidad de tener pollitos (frustración grave del instinto maternal) así como las priva de la satisfacción de sentirse atractivas para los gallos (con la consiguiente pérdida de la autoestima) y no pueden satisfacer sus instintos sexuales plenamente (alteración de la función erótico-orgásmica por falta de estimulación de picos en la nuca y patas en el lomo).

También le señalaré al experto que las gallinas consideran que, sin gallo de por medio, poner huevos es como defecar constipadas lo que no les produce ningún placer.

La jaula más grande y cómoda sin sexo, no nos interesa, dijeron las gallinas. No sé por qué me hizo recordar a algunas modelos jóvenes casadas con jovatos celosos y esmériles (sí, porque les esmerilaban la guita y las tarjetas) que tenían reclamos similares aunque igual se las rebuscaban.

Termino el post aquí porque tengo los huevos al plato.