Apr 2, 2012

Rosenwasser es de los que cree que los argentinos son incorregibles porque nunca terminaron de tocar fondo*

Puede ser.

Pero, como siempre se puede estar peor, no me quiero ni imaginar lo que va a ser el país el día que lo toquen.

* Otro tema que seguramente influye es el hecho de que en Argentina los costos los terminan pagando los que no tuvieron nada que ver con las decisiones que los generaron.

8 comments:

  1. Louis yo lo discutía con un amigo que poco veo allá por los '80.
    Mi esperanza era que alguna vez lleguemos al fondo así nos curtimos.
    Fijate como estamos ahora, siempre se puede estar peor y como dice el Cacha en su nota "ocurre lo inevitable agravado por lo inesperado"
    La maldición de los recursos, la poca población que tiene el país sumado a que parece que nos conformamos con chauchas doradas nos condujo al hoy.

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  2. Lo de 1973 y su conclusión terrorífica con el período 1976-1982, Malvinas incluido, no fue suficiente para el pueblo argentino. En 1983 volvimos a las andadas y hoy estamos como en el 73 o como en el 45, a contrapelo del mundo. ¿Que clase de mal deberíamos sufrir para que este pueblo aprenda de una buena vez y nos dejemos jugar a los estúpidos experimentos populistas y de una sociedad de corruptos?. Lamentablemente, creo que estamos necesitando que nos pase algo parecido a lo que experimentó (lamentablemente) el pueblo judío; que de una buena vez sintamos en carno propia la posibilidad cierta de desaparecer de la faz de la tierra como nación. (disculpen la comparación)- Juan

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  3. Borges decía algo así como que todos están esperando a que alguna vez la Argentina toque fondo, y que, llegada a esa instancia, no le quedaría otra posibilidad que volver a resurgir. Pero –agregaba- “como pienso que el espacio es infinito, la Argentina seguirá cayendo infinitamente” (cito de memoria).

    Ya son demasiados años de decadencia para ilusionarse con volver a la civilización. Cuando la barbarie se encarna como hábito social, es muy difícil el regreso. A la inmensa mayoría de los argentinos les gusta la barbarie, no sabrían vivir de otro modo. Ser educados, ejercer una buena polis, ser civilmente refinados, les suena a cosas de trolos.

    Gus VF

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  4. Sarmiento soño con una inmigración sajona, para alterar el ADN decadente español. Desgraciadamene, o no, la inmigración no fue esa. El resultado si bien no fue exactamente el esperado, si se agregó al criollo una respetable valoración por el esfuerzo y el trabajo como motor del progreso.

    No viendo en la Argentina de hoy ningún atisbo , inevitable o inesperado de cambio, me pareció que la idea ya posteada de alentar una nueva ola inmigratoria, en la escala apropiada, sería el único camino para revertir esta decadencia.

    Habría que encontrar un pueblo con una férrea contracción al trabajo, sentido del esfuerzo y ansias de progreso.
    Que les parece alentar la llegada de unos 12-15 millones de campesinos chinos (masa crítica), con incentivos para instalarse en zonas rurales e inhóspitas, elegir una apreciable cantidad para alterar el mapa del conurbano y el resto al campo.
    Seguramente traerán muchas mañas y complicaciones, pero que cambiará el camino, seguro que lo hará.

    La otra opción de cambio implica un OVNI, una invasión alienígena, porque si esperamos que surga del argentino medio, estamos en el horno.

    No veo otra posibilidad.

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    1. Preferiría japoneses que hace rato que tienen comunidades en Argentina, son trabajadores serio y se integran perfectamente. Los chinos se mantienen siempre en comunidades cerradas y no se integran ni a palos.

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    2. No sé si se arregla con más inmigración, a menos que sea tan masiva que reduzca a la nada a los argentinos que ya habitan en el papis. Es un problema de valores, creo yo.

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    3. El tema es que la población japonesa está envejeciendo dramáticamente.

      Andrés

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