El fin de semana pasado fuimos al cumpleaños de una amiguita de los chicos en un parque. Acá fotos de las instalaciones. Uno se pregunta: cuánto duraría un parque así en Tucumán? Llegarían esos asadores a 24 horas antes de ser desmantelados? O las sombrillas? O los arcos de fútbol?
Victor Davis Hanson tiene la misma respuesta al observar las diferencias culturales en Europa:
Culture is everything. That is a politically incorrect thought that can get you in trouble as much as we suspect it is true.
In other words, government, economics, and social policy are critical, but themselves are driven by the minute-to-minute culture of everyday people. Germans pick up trash; in Athens, Greeks toss it. Germans do not honk; Italians do not not honk. In Libya or Egypt the pedestrian is a target; in Switzerland he is considered perhaps your father or grandmother. A bathroom in Germany is where someone else uses it after you; in Greece or Mexico, it is where you pass on the distaste of using the facility to the sucker who follows you.
I watch fender benders a lot. In northern Europe, addresses and information are exchanged; south of Milan, shouts and empty threats of mayhem follow. When I check out of a German hotel, I know the bill reflects what I bought or used; when I check out of a Greek hotel, I dread all the nonexistent charges to appear, and a “50/50 split the difference” settlement to be offered. Germans like to talk in the abstract and theoretical; with Greeks it is always “egô” in the therapeutic mode. I rent a car in Athens and expect charges for “dents” to appear; in Germany, there are such charges only if there are actual dents. Add all that up — and millions more of such discrepancies repeated millions of times over each hour — and you have one country that creates vast wealth and another that cons to land vast wealth it did not create.
Es una de las razones por las que, mientras pueda, trato de ir de vacaciones a países del primer mundo. O si es en Argentina, a lugares donde la masa no va bruta futbolera y choripanera, sino me quedo en casa que tengo una linda pileta.
ReplyDeleteVa con onda, eh
DeleteAca tenes el ejemplo del Parque Sarmiento.
ReplyDeleteCuando lo inaguraron era un lujo: Canchas para cualquier deporte en un estado impecable, pileta olimpica interior climatizada, otra de saltos ornamentales, parrillas, vestuarios y baños limpios.
A los 5 años estaba destrozado, 10 años despues estaba cerrado y con yuyos tan altos como un maizal.
Como dice la nota, pasa por un tema cultural.
Mi mejor amigo dice que la cultura de un pueblo se nota en sus baños públicos.
ReplyDeleteFirmo abajo de todo lo escrito en este post&comments. Ésta es la íntima razón de que a cada país le pase lo que le pasa. Somos lo que hacemos.
ReplyDeleteGus VF
Comparto, Ramiro, lo hablamos muchas veces por acá. Lo veo a diario acá en Québec.
ReplyDelete