La crisis económica es, desde luego, muy seria y constituye una dura prueba para todos los países que conforman la Unión. Mucho más, por supuesto, para los que dilapidaron sus recursos de manera irresponsable y vivieron por encima de sus posibilidades recurriendo a créditos que ahora los ahogan.
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La ficción maligna añade que, felizmente, en el oscuro túnel de la decadencia de Europa, ha aparecido una luz salvadora. Se llama François Hollande y acaba de ganar las elecciones en Francia con una bandera clara, simple y generosa: lo primero no es la austeridad sino el crecimiento. Lo extraordinario es que mucha gente perfectamente consciente del estado real de la economía europea cree que la receta simplista y fantasiosa de Hollande, que le ha servido para ganar las elecciones, será también la columna vertebral de su política ahora que ha llegado al poder. El crecimiento económico como un acto de voluntad. Si es así, ¿por qué Grecia, Italia, Portugal, España, no deciden crecer y lo hacen? Ah, por el espíritu egoísta, estrecho y mezquino de sus gobernantes y la maldad congénita del capitalismo. Si tuvieran un Hollande en el timón.
Emperator
Es para alquilar balcones que la izquierda hable de crecimiento, cuando por lo general consideran que no es algo positivo.
ReplyDeleteEurotrash-Monsieur! Este incendio no se apaga!
ReplyDeleteHollande-Sacre bleu! Ya sé, echénle más dinero, y si continúa, máa y más plata, hasta que se apague.