May 23, 2012

Menos mal

El Profesor Ávila no cree que la escapada del dólar se traduzca en mayor inflación (ver los últimos comentarios en este post). Sostiene que la economía se va a seguir manejando con el precio oficial.

Espero que tenga razón.

12 comments:

  1. Palermo. Panadería: arrolladito de dulce de leche hace una semana $ 4,50 hoy $ 7,00. Fotocopias: hace una semana $ 0,20 hoy $ 0,35.
    Supermercado: infernal. Ropa: infernal. Comer afuera: más que infernal. Esta vez el profe se equivocó. Claudio.

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    1. Claudio, es lo que pasó siempre en Argentina, me llama la atención que Ávila diga estas cosas. De todos modos, espero que tenga razón por el bien del país.

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  2. Entiendo que el origen de la inflación tiene más que ver con la emisión de pesos que con el precio del dolar, ya que los verdes no van a entrar en el circuito monetario porque quien los captura los encanuta. La cosa cambiaría en el momento en que el gobierno pretendiese blanquear la situación y dejara que la cotización fluctuase libremente, cosa que no creo que hagan por el momento.
    Aclaremos que no soy experto en macroeconomía y mis opiniones se basan exclusivamente en mi experiencia como argentino sobreviviente de varias hiper. Claro que en tanto pretendan seguir la farra de gastar más que lo que recaudan, a la inflación no la paran ni veinte "pistolas" ni treinta AFIP, porque el misterio pasa por la manija que le dan a la impresora y no porque se le escapan los verdes (y los blues y los blacks).
    Si decidiesen devaluar y llevar el peso a su valor real se pondrían a la claque de punta en contra, aunque ellos, que tienen más dólares "confiscados" que los que puede mostrar el Central, pasarían a ser más potentados que lo que son en la actualidad.

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  3. Creo que lo que Ávila intenta decir es que la inflación es un fenómeno monetario, como dice también mi tocayo más arriba y que mientras los dólares usados para el comercio exterior sean los oficiales, no hay mayor influencia desde el punto de vista de los costos. Seguramente, como la realidad no es la pura teoría algo de ruido se produce y si se mantiene este totalitarismo cambiario, que es absolutamente inconstitucional por la sencilla razón que si no hay acceso a las monedas extranjeras se está está coartando la libertad de salir del país, con el tiempo las distorsiones llegarán a cualquier lado. Está claro que en un contexto de inflación creciente (y de emisión desmedida) el dolar tiende a subir aun con mayor velocidad que los precios internos. La prueba más irrefutable es la imagen de Cavalieri clamando en la tele por un salario de u$s 100,- en pleno incendio inflacionario alfonsinista.
    No se si ya llegamos a este punto y le recuerdo a los ansiosos que Argentina tuvo muchos años de inflación mensual rondando los 2 dígitos antes del gran despelote del 89.

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  4. Diciembre 2001... ¿recuerdan?

    300% de inflación en apenas 60¨.

    Que no se repita, porque va a parecer un juego de niños con la que se viene.

    Compren latas, fideos, yerba y velas.

    BTW: ¡QUÉ FLOR DE ORTO!

    meg@radio

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    1. Y del camisón nadie dice nada…

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    2. Mucho dólar, pero lo importante, a cuánto cotiza la señorita?

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    3. Gatienso al ver los ositos,noc cuenta de quién es
      ese hermoso cu,perdón camisoncito

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  5. A ver: siguiendo la identidad de la teoría cuantitativa, la oferta monetaria (M)por la velocidad de circulación (V; inversa de la demanda de dinero)es igual a precios (P) por cantidades ofrecidas (Q). Es decir, la clásica fórmula M.V = P.Q.

    Ergo, P = M.V/Q. Es una cuestión de sentido común: el nivel de precios resulta directamente proporcional a la oferta monetaria, e inversamente proporcional a la demanda de dinero y a la oferta de bienes y servicios.

    Por el lado de V: la escapada del dólar, aunque los verdes no entren en el circuito monetario, es la contracara de la reducción de la demanda de moneda doméstica. Los pesos que no vayan al dólar -o al euro- se destinarán a la compra de bienes, lo que tenderá a incrementar la inflación, y a la vez ésta reduce aún más la demanda de dinero.

    La oferta monetaria (M) seguirá creciendo aceleradamente, para financiar el déficit fiscal y aumentos salariales no inferiores al 25%, y a veces superiores.

    La oferta de bienes y servicios (Q) se compone de los producidos localmente, transables o no, y los importados. La oferta de bienes importados será cada vez menor, por las restricciones arancelarias, para-arancelarias y a la compra de dólares. Esa reducción de oferta será directa, cuando se trate de bienes finales, o indirecta, cuando la restricción sea a la importación de bienes de capital e insumos para la producción de bienes locales.

    Los mayores costos salariales, previsionales y tributarios tenderán a reducir la oferta; además del clima de incertidumbre y antiempresario.

    En esas condiciones: mayor oferta monetaria, menor demanda de dinero, menor oferta de bienes -al menos, mucho menor crecimiento de la oferta de bienes que de la oferta de moneda- los precios tenderán a incrementarse cada vez más. La tasa real de inflación de este año no será inferior al 50%, y estando en el poder gente que niega la influencia causal de la emisión en la depreciación de la moneda, enfocarán la cuestión como un problema de precios absolutos, de distorsiones monopólicas o de mayores costos, procurando evitar toda medida impolítica. Es decir, que no harán nada conducente para reducir la inflación.

    En los casos de huida del dinero nacional, la reducción de la demanda de moneda doméstica, por sí sola, alimenta la inflación y suele causar círculos viciosos: más inflación, menor demanda de dinero, que a la vez causa más inflación, etcétera. Los controles de precios generan desabastecimiento y desinversión.

    Y los que vivimos aquí, estamos en el horno, no sólo en lo económico.

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    1. Muy claro, Julio, como siempre. Me parece que la situación en la que ha vuelto a caer Argentina puede terminar tan mal que muchos tratan de ponerle paños fríos.

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    2. Me maravilla cómo el Profesor Rougès hace que algo tan árido -como son los temas económicos, al menos para mí- se vuelva claro y se convierta en interesante.
      Un placer leerlo, Don Julio, como siempre.

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  6. ¿Qué camisón?

    ¿Acaso van a decir que tiene un camisón puesto?

    Quiero fundamentos de tal apreciación.

    meg@radio

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