Sándor Márai. |
"Nuestros invitados, todos parientes, eran inequívocamente contrarios a los kirchneristas, salvo uno. Sin embargo, todos temían el final de la fiesta, y todos intentaban adivinar, en medio de sus preocupaciones, lo que ocurriría en el futuro próximo, lo que traería la helada, lo que sucedería en el gobierno y lo que los argentinos podríamos esperar en medio de aquel cataclismo.(...) Yo expresé mi opinión de que había que enfrentarse a todas las consecuencias y echar de una vez a los kirchneristas, y la mayoría estuvo de acuerdo conmigo, (...) excepto el pariente amigo de los kirchneristas (...)
Cuando me enfrenté a él, me dio una respuesta inesperada y sorprendente:
-¡Yo soy kirchnerista!- dijo a viva voz, y me señaló - Tu eres incapaz de comprenderlo porque tienes talento. Yo no tengo talento, así que necesito al kirchnerismo .(...) -Tu no puedes comprenderlo -repitió de manera mecánica, y se golpeó el pecho.Ahora se trata de nosotros, de los que no tenemos talento -precisó con una extraña actitud de confesión, como el héroe de una novela rusa.- ¡Esta es nuestra oportunidad!...
Entonces empezamos a reírnos a carcajadas y hablar de otras cosas".
Del libro ¡Tierra, Hierra! de Sándor Freemai.
Lo dijimos varias veces por acá, vivir en una meritocracia te conviene si sos una persona de mérito.
ReplyDeleteEs una cosa seria lo que dice ese señor kirchnerista, véase MATEO 25:14-30, directiva o recomendación dada por una de las religiones más permisivas del planeta.
ReplyDeletePersonas así deberían cuestionar seriamente su existencia.
Todos tenemos algún talento o capacidad, y es nuestro deber ofrecerlo y explotarlo para nuestra subsistencia.