“[...] Veamos las diez recomendaciones que constituyen los pilares políticos del marxismo. Sin ánimo de analizarlos y criticarlos aquí, solamente señalemos los correspondientes capítulos:
Primero: reforma agraria, la cual apunta a la expropiación directa pero admite pasos sucesivos, principalmente a través de la política fiscal e incluso la cambiaria. La política cambiaria puede aparecer como de relación remota con la reforma agraria pero, igual que que las llamadas retenciones e impuestos a la exportación, al reducir el valor del producto exportado se perjudica principalmente a los productores marginales, con lo que se achica la frontera agropecuaria.
Segundo: el establecimiento de impuestos progresivos.
Tercero: impuesto a la herencia, apuntando finalmente a la abolición de la misma.
Cuarto: ejercer opresión sobre los disidentes del régimen a traves de los más diversos canales y procedimientos.
Quinto: centralización de la moneda y el credito en manos de un banco nacional.
Sexto: estatización de empresas, con prioridad en las áreas de comunicación y transporte. El séptimo y el noveno puntos se refieren a la planificación de las áreas agricola y manufacturera (industrial).
Octavo: establecimiento de ejércitos industriales (sindicatos), sobre la base de la adhesión obligatoria.
Décimo: educación pública, obligatoria y gratuita.
Si analizamos estos diez puntos del Manifiesto Comunista observamos que, en mayor o menor grado, todos los países del mundo libre los han llevado a la práctica. He ensayado ante diferentes auditorios la lectura de ese decálogo —sin decir que se trata del Manifiesto Comunista— e indagado acerca del origen del documento. En muchos casos, tanta es la infiltración marxista y tal es la dosis de socialismo adoptado, que aquellos puntos aparecen como la plataforma de un partido político “moderado”. Sin embargo, se trata —nada más y nada menos— de los consejos del marxismo para producir el colapso de la sociedad libre. Éste es el corazón del marxismo. Es la receta en cápsula, y no podemos decir que Marx y Engels no eran marxistas.”
- Alberto Benegas Lynch, Liberalismo para liberales, Editorial Emecé, 1986.
El resaltado es mío.
Tomado del blog "Que no te pisen": ¡Que la crisis la paguen los corporativistas!
Y la Humanidad no aprendió nada. ¿Por qué? ¿Tan buenos son los colectivistas en manejar la propaganda? ¿No tendríamos que empezar a manejarla nosotros de la misma manera, o sería rebajarse a su nivel?
ReplyDeleteVeo que nos sacamos un muy bien 10 en el examen marxista.
ReplyDeleteGramsci hizo bien su trabajo.
ReplyDeleteTotalmente de acuerdo, Don Depre.
Delete¿Y el séptimo y el noveno?
ReplyDeleteNo venían al caso. El séptimo y el noveno puntos se refieren a la planificación de las áreas agricola y manufacturera (industrial). Lo dice el texto.
DeleteConsígase un ejemplar del Manifiesto si quiere saberlos. Es fin de semana, don Enmas.
Gracias por la aclaración, DF. Me temo que el Manifiesto ha sido objeto de lecturas en mi época de Facultad, pero mi ejemplar lo tiré a la merda hace muchos años.
DeleteYo estaba por decirle que se consiguen en la basura, justamente.
Delete"Pueden sin duda los comunistas resumir toda su teoría en esta sola expresión: abolición de la propiedad privada" (Maninfecto Comunista-Marx&Engels)
ReplyDeleteA propósito del Maninfecto, a propósito de Benegas Lynch:
http://revista.libertaddigital.com/a-proposito-del-marxismo-1276236957.html
Gus VF
Gracias, Gus. Muy interesante.
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