Disiento. La Guerra Fría, que en muchos casos y para los que tuvieron que vivirla, estuvo bastante caliente, también mereció pelearse. Y la actual y futura guerra contra el fundamentalismo islámico también merece y merecerá pelearse.
Me refería a una guerra mundial y declarada frente a un enemigo visible claramente.
No voy a discutir el punto de la Guerra Fría porque tengo la desventaja de conocer el resultado final y con el diario de mañana todos sabríamos qué pasó hoy, pero se peleó mal en términos estratégicos de su época porque muchas veces los políticos le ataron la manos a los militares y, en otras, fueron los militares los que prometieron resultados que no se podían lograr. En ambas situaciones, los involucrados sabían lo que estaban haciendo y podían haber actuado de otra manera con la información entonces disponible.
La idea de la guerra contra el fundamentalismo islámico debería reformularse aclarando que se trata de combatir las acciones delictivas que cometan en NUESTROS países y no solamente las terroristas ya que no creo que se vaya a concretar una guerra abierta entre los Estados del mundo islámico en general contra lo que me gustaría seguir llamando Occidente.
A esta altura de mi vida, me importa un comino si los libios o los sirios deciden amasijarse entre sí mientras no involucren a terceros, pero que no amenacen la paz mundial porque ahí sí se están metiendo con nosotros.
Suscribo. Aunque el resentido argento, que vive en una realidad todavía anterior a la WWII, le chorree bilis porque él quería que ganase o Hitler o Satalin (sic), o que todavía la cosa pasase por ahí y no por el mundo internacionalizado de posguerra. Y por eso mira con amor a Castro y al Ayathola. Todavía por ahí le dan el gusto.
Tanta gente ha muerto para asegurar la libertad contra regimenes totalitarios, y vamos nosotros mansitos a votar y sostener a estos déspotas. Soy de los que creen que no aprendemos más.
La última guerra que sin duda alguna valió la pena luchar. Me sumo al homenaje.
ReplyDeleteDisiento.
DeleteLa Guerra Fría, que en muchos casos y para los que tuvieron que vivirla, estuvo bastante caliente, también mereció pelearse.
Y la actual y futura guerra contra el fundamentalismo islámico también merece y merecerá pelearse.
Me refería a una guerra mundial y declarada frente a un enemigo visible claramente.
DeleteNo voy a discutir el punto de la Guerra Fría porque tengo la desventaja de conocer el resultado final y con el diario de mañana todos sabríamos qué pasó hoy, pero se peleó mal en términos estratégicos de su época porque muchas veces los políticos le ataron la manos a los militares y, en otras, fueron los militares los que prometieron resultados que no se podían lograr. En ambas situaciones, los involucrados sabían lo que estaban haciendo y podían haber actuado de otra manera con la información entonces disponible.
La idea de la guerra contra el fundamentalismo islámico debería reformularse aclarando que se trata de combatir las acciones delictivas que cometan en NUESTROS países y no solamente las terroristas ya que no creo que se vaya a concretar una guerra abierta entre los Estados del mundo islámico en general contra lo que me gustaría seguir llamando Occidente.
A esta altura de mi vida, me importa un comino si los libios o los sirios deciden amasijarse entre sí mientras no involucren a terceros, pero que no amenacen la paz mundial porque ahí sí se están metiendo con nosotros.
Les debemos nuestra libertad.
ReplyDeleteSuscribo.
DeleteAunque el resentido argento, que vive en una realidad todavía anterior a la WWII, le chorree bilis porque él quería que ganase o Hitler o Satalin (sic), o que todavía la cosa pasase por ahí y no por el mundo internacionalizado de posguerra. Y por eso mira con amor a Castro y al Ayathola. Todavía por ahí le dan el gusto.
Tanta gente ha muerto para asegurar la libertad contra regimenes totalitarios, y vamos nosotros mansitos a votar y sostener a estos déspotas.
ReplyDeleteSoy de los que creen que no aprendemos más.