Jun 21, 2012

Dos en uno de Uruguay

Libertario:
El gobierno de Pepe Mujica propone la legalización de la producción y venta de marihuana. De aprobarse la ley, sería el primer país en el mundo en hacerlo.

Estatista:
El gobierno tendrá el monopolio de la producción y venta de marihuana y los que quieran comprar la droga legalmente tendrán que inscribirse en un registro oficial. Un burócrata estará a cargo de la decisión de cuántos cigarrillos te venden por mes.

Si el objetivo del proyecto es terminar con el mercado negro, es un disparate absoluto.

14 comments:

  1. Para eso, que siga siendo ilegal.

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  2. Nada mejor que poner a un bouldo implementandolas para matar las buenas ideas.

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  3. En absoluto es libertaria esa ley. La única ley libertaria es la que derogue el castigo de una conducta privada que no afecte a terceros. Fumar marihuana, tener sexo con dos gemelas de 25 años, son conductas privadas que sólo a mi persona atañen. El Estado no tiene nada que hacer ahí. Esa zona NO ES LEGISLABLE. Para descubrir que yo hago esas cosas tienen que violar mi intimidad, mi privacidad.

    Está todo mal desde el principio.

    Y lo peor es el planteo de los liberales-libertarios que aplauden estas medidas como si fueran la serivdumbre estatal progresista misma.

    La operación liberticida consistió en castigar el consumo y la tenencia para consumo. Rompiendo con el principio liberal de la privacidad de los actos del individuo que no afectan a terceros.

    Pésimo el liberal-libertario que celebre esto. El Estado no da derechos. Salames!

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    1. Lo aplaudo. Aunque no conozco a ningún liberal que se haya entusiasmado por semejante mamarracho.
      Usted tendría que escribir un libro, Don Freeman, la claridad de su exposición no deja lugar a dudas. Lo podría titular "Fumar Marihuana y tener sexo con dos Gemelas de 25 años: el pensamiento vivo de Don Freeman". Vendería más que ese nabo de las sectas.

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    2. Hay que ver si el hombre queda vivo después de las dos gemelas...

      Todo muy bien DF, comparto. Ahora si yo, totalmente endrogáu salgo con el coche a correr el Dakar por la peatonal Florida un lunes a la mañana, si la droga me hace perder todo sentido de autocontrol, intimidad y privacidad, qué sapa? ¿No estoy afectando derechos de terceros? Ya sé, se puede argumentar que es responsabilidad individual hacer un uso ‘educado’ de las drogas, pero eso no sé hasta dónde es posible… y depende de qué droga, también.
      No sé, desalaminíseme de ésta, si lo ve necesario.

      Gus VF

      P.D.: En mi caso, aprendí que mejor que meterse químicos en la cabeza, mejor es drogarse con la propia mismísima música. Flashéen loco!!

      http://www.youtube.com/watch?v=Pw8ZESzpL3M

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    3. Debe ser la sobredosis con Gong que me hizo redactar tan mal la posdata.

      Gus VF

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    4. Y después del libro vende los seminarios y los Retiros. Con las Gemelas.

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    5. Gus:

      La sobredosis de Gong ¿es con o sin Pinchevsky incluído? De eso depende la posibilidad, o no, de recuperación.

      En su planteo del atropello hay algo que está mal, es el condicional "si".
      Y "si"... y "si"...
      Es falso en cuanto a argumentación.
      Para que nadie atropelle a nadie: no vendamos autos. Porque si voy manejando y "si" se rompe la dirección y... ...
      Igual para las drogas médicas de carácter psicotrópico (Y si el paciente se pasa con la dosis. Y "si" le causa un efecto no previsto y... ...).
      Igual para las armas de fuego. O las biromes bic.
      Usted es responsable de su conducta "cuando" afecta a terceros, no si hipotéticamente pudiera afectar. Porque el punto no es que usted estaba drogado o borracho o le pegó mal el medicamento que le receto, en toda ley, su psiquiatra o iba escuchando muy entretenido a Gong y se llevó puesto un cristiano con el auto. El punto es que usted atropelle a una persona, así esté sobrio. "Cuando" usted afecta a terceros es el punto, no "si". Porque todo en el mundo es suceptible de afectar a terceros. Es cuando eso realmente sucede en lo real, no en la hipotética imaginación de las personas.
      Las leyes represivas de la libertad siempre se apoyan en la previsión de daños hipotéticos que raramente ocurren.
      No se puede coartar la libertad de las personas por el hipotético daño que podría causar a un tercero.
      El correlato de este no coartamiento de la libertad es la absoluta responsabilidad del individuo por sus actos cuando estos afectan a terceros.

      Es curioso que ponga como ejemplo el hecho del atropello automovilístico.
      El pendejo idiota que mató a una madre y a su hija jugando una picada con otros dederebrados como él no estaba drogado.
      La velocidad -dijo Huxley a principios del XX y pasó inadvertido- es una especie de droga.

      Su planteo es falaz e inconducente con los principios liberales de legislación. Tal vez yo no haya dado la mejor explicación para aclararlo. Un jurista sería más claro y, sobre todo, tendría la amabilidad de la brevedad (¿Dónde está J. Rouges cuándo se lo necesita?).
      Por otra parte: Toda la legislación, de un siglo a esta parte y cada vez más, en el mundo nos tiene acostumbrado a planteos de previsiones de supuestos daños que recortan las libertades individuales. Es lógico que uno piense así.

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    6. Debo reconocer que comenzar un comentario dudando de la resistencia amatoria gemelística de un muy estimado interlocutor puede generar en éste una animadversión y una lectura envenenada del resto del comentario, siempre y cuando el referido interlocutor ande medio rengo con el sentido del humor, cosa que descarto en su caso, mi querido Don Freeman.

      Así es que me intriga la interpretación que hizo de mi comentario -compulsivo y algo rudimentario por otra parte, no el texto de un ensayo- ya que en ningún momento propongo la prohibición del uso de drogas pero sí su limitación en los espacios públicos, que de eso estoy hablando cuando pongo el ejemplo del automovilista intoxicado, y de preguntarme acerca de la difusa frontera que puede existir entre la acción en un ámbito privado y uno público, cuando sólo media entre ellos, en progresión narcótica, una muy lógica puerta, o una ya más transgresora ventana o más grave aún, fruto ya de un overdose, una delirante y psicodélica chimenea.

      No estoy tan drogado al proponer examinar esa cuestión. Alberto Benegas Lynch, que de este tema ha estudiado y escrito libros y no sólo se ha dedicado a hacer comentarios al paso en un casi ignoto blog (perdón Louis) dio una conferencia en 2006:

      http://www.newmedia.ufm.edu/gsm/index.php?title=T%C3%B3picos_sobre_las_drogas

      …en la que refiere y recomienda, más precisamente en el punto 26 (ítem a la derecha de la pantalla) no permitir el uso de drogas en los espacios públicos. El video es largo, pero imperdible y muy recomendable para una escucha atenta.

      Uno de los riesgos de los post en forma de ‘heavy rotation’ es que uno puede escribir mal y ser leído peor. Pero eso no debería importarnos demasiado. Lo mejor y más nutritivo, en todo caso, es que las palabras y las ideas circulen libremente.

      Y ante el riesgo sobre mi persona, sabiamente prevenido por Ud., de estrolar a un cristiano por sobredosis de Gong, voy a cambiar de narcótico y probar con “The Mother of Prevention” del genial Frank Zappa:

      http://www.youtube.com/watch?v=mB76RphKmdM

      Saludos
      Gus VF

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  4. Debo reconocer que comenzar un comentario dudando de la resistencia amatoria gemelística de un muy estimado interlocutor puede generar en éste una animadversión y una lectura envenenada del resto del comentario, siempre y cuando el referido interlocutor ande medio rengo con el sentido del humor, cosa que descarto en su caso, mi querido Don Freeman.

    Así es que me intriga la interpretación que hizo de mi comentario -compulsivo y algo rudimentario por otra parte, no el texto de un ensayo- ya que en ningún momento propongo la prohibición del uso de drogas pero sí su limitación en los espacios públicos, que de eso estoy hablando cuando pongo el ejemplo del automovilista intoxicado, y de preguntarme acerca de la difusa frontera que puede existir entre la acción en un ámbito privado y uno público, cuando sólo media entre ellos, en progresión narcótica, una muy lógica puerta, o una ya más transgresora ventana o más grave aún, fruto ya de un overdose, una delirante y psicodélica chimenea.

    No estoy tan drogado al proponer examinar esa cuestión. Alberto Benegas Lynch, que de este tema ha estudiado y escrito libros y no sólo se ha dedicado a hacer comentarios al paso en un casi ignoto blog (perdón Louis) dio una conferencia en 2006:

    http://www.newmedia.ufm.edu/gsm/index.php?title=T%C3%B3picos_sobre_las_drogas

    …en la que refiere y recomienda, más precisamente en el punto 26 (ítem a la derecha de la pantalla) no permitir el uso de drogas en los espacios públicos. El video es largo, pero imperdible y muy recomendable para una escucha atenta.

    Uno de los riesgos de los post en forma de ‘heavy rotation’ es que uno puede escribir mal y ser leído peor. Pero eso no debería importarnos demasiado. Lo mejor y más nutritivo, en todo caso, es que las palabras y las ideas circulen libremente.

    Y ante el riesgo sobre mi persona, sabiamente prevenido por Ud., de estrolar a un cristiano por sobredosis de Gong, voy a cambiar de narcótico y probar con “The Mother of Prevention” del genial Frank Zappa:

    http://www.youtube.com/watch?v=mB76RphKmdM

    Saludos
    Gus VF

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    1. Aaaah! Era "eso" lo que usted decía? Pero hombre: lo hubiera dicho!

      Coincido casi plenamente con usted. Estoy de acuerdo con el cuidado del espacio público en cuanto al ejercicio de acciones privadas en él. Uno no debe de andar fornicando en una plaza, aunque lo haya hecho -no hombre! Saque a las gemelas: no habían nacido entonces.-.

      De todas formas insisto: No a la prohibición. Carece de sentido. Sí al castigo con agravante: Si usted estaba borracho cuando cometió el delito no es atenuante. Por el contrario: es agravante. Emborracharse y hacerse perder el control es una conducta. Cuando uno daña a terceros debe responder por ello.

      En cambio la prohibición -así como tal, a priori- es represiva y una mera declaración de intención. No hay forma de controlar que quien maneja no esté drogado. Salvo considerándolo previamente y sin ninguna prueba culpable. Esto habilita la toma de pruebas al azar. El pseudo control al voleo. Se entiende? Usted va manejando, lo para la policía aleatoriamente y le saca sangre. Por las dudas. ¿Tiene idea de la cantidad de derechos que se están violando en una operación así?
      Distinto es: Usted choca. Automáticamente se le extrae sangre. Si usted estaba drogado, alcoholizado, etc.: responde por ello.
      Fíjese que, paradójicamente, en nuestro país se realizan un montón de controles de alcoholemia compulsivos, arbitrarios, que arrojan falsos positivos -el control efectivo es de alcohol en sangre, no soplando un canuto y quedando la evaluación en manos de un bachiller-, mientras que después de un accidente el supuesto responsable puede negarse a un control de alcoholemia mediante extracción de sangre.

      En definitiva: Las leyes prohibicionistas, intencionalistas, represivas, lesionantes de derechos individuales, no sólo están mal por principio: son altamente inefectivas.
      Era eso a lo que yo apuntaba.

      Pero Ud. no me contesta lo importante: Gong: ¿con o sin Pinchevsky?

      Acá con las gemelas estamos escuchando “The Mother of Perversion”.

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    2. Y qué quiere que le diga… con o sin Pinchevsky, Gong es un viaje de ida… sólo que al pobre violinista le tocó bajarse antes de tiempo, víctima de un hospital estatal argento. En cambio el viejo Daevid Allen, con más de 70, sigue rockeando:

      http://www.youtube.com/watch?v=qzfA4Iuz944&feature=related

      No hay ley más efectiva que la ley internalizada en lo propios individuos, por eso la mejor legislación es la educación. Ahora bien, cada sociedad tiene sus propias realidades y sus propios tiempos. Un gran barómetro para medir el nivel de relación de las personas con la ley dentro de una sociedad es observar cómo manejan. Un amigo mío tuvo la experiencia de manejar dos veces por una autopista de USA. La primera vez, como argento que es, le costó un h…. seguir el ritmo del tránsito respetando las normas, que los carriles, que la velocidad, que los giros, etc., todo el mundo prolijito y ordenado. La segunda vez, sube a la misma autopista y se encuentra a todo el mundo pasándose por cualquier lado, a mil por hora, un desastre. A las pocas millas pasa por un cartel que anunciaba “personal de control de tránsito en huelga”. Aaaaah! quiere decir que si los yankis no tienen el aparato represor que los discipline, hacen cualquier cosa.

      Otro amigo vive en Alemania, me cuenta que si un auto llega a un cruce con semáforo en una llanura desierta a las dos de la madrugada, el tipo frena y espera la luz verde. ¿No es interesante comparar las dos anécdotas? La ley por imposición externa o la ley por propia internalización, por estar uno mismo convencido de que la mejor forma de vivir es respetándola a rajatabla.

      El argento, claro está, no tiene ni una ni otra. La luz roja de un semáforo es en todo caso una sugerencia para él.

      Gus VF

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    3. Mayor que el número de víctimas por la denominada "inseguridad" es el de "accidentes de tránsito" en la Argentina. Gente común y corriente que se da y/o le da el palo a otra con el auto.

      Datito: En Alemania, en las autopistas, no hay velocidad máxima.

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