Era hora.
Ayer enviaron sobres con un polvo blanco, al que identificaban como ántrax, a varias oficinas del gobierno de la provincia – incluida la del Primer Ministro - y a algunos medios, que por suerte resultó ser bicarbonato de sodio.
El polvo iba acompañado de una proclama firmada por las “Forces armées révolutionnaires du Québec”. Aparentemente entre sus principales reivindicaciones está la implementación inmediata del programa “Poutine pour tous”.
Si se confirma lo que muchos temen, que el hecho está relacionado con las protestas de estudiantes por el descongelamiento de los aranceles universitarios, sería gravísimo. Esta gente está muy mal asesorada, o no puede con el genio. Parece no darse cuenta de que los quebecos de a pie rechazan por amplias mayorías la violencia como método político.
Terrorismo. Así sea azucar impalpable. Simplemente, terroristas. Procesables como tales.
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