"[...] un fotógrafo de Clarín pudo captar la imagen del celular de José Ottavis, vicepresidente de la Cámara y uno de los líderes de La Cámpora. El diputado chateaba con su compañeros de bancada Miguel Funes y Rocío Giaccone, también camporistas.
Según lo que se alcanza a leer, en ese intercambio de mensajes, Giacconne lo alerta: “ 150 mil x cabeza ofrecen a los diputados de la opo según palabras de Valeria Arata. Se está corriendo eso ...”.
Ottavis le responde: “Bueno chicos. No contemos más cosas y cuidado ...” [...]".
Totalmente, yo lo vengo diciendo hace rato, está medicada y no le está haciendo efecto. Su discurso disgregado, el hilo del pensamiento que se le pianta, esa cosa paranoica, los altibajos en el estado de ánimo, ora aparece recontenta y chistosa, ora se esconde y no se la ve por varios días, la manipulación, etc etc, si no es una bipolar es una borderline muy descompensada. Si hay algún psiquiatra en la sala agradeceré ateneo a ver qué le parece.
Cuando en un gobierno democrático, republicano, con división de poderes, con gente responsable ante la ciudadanía, no servil ante el mandamás, en un país decente, la cabeza del ejecutivo pierde la ídem, todo el resto del cuerpo se moviliza para reemplazarla por una nueva, funcional, que sirva.
Cuando en un gobierno dictatorial, autoritario, personalista... -como gusten llamarlo-, con gente acomodada, inservible y servil, irresponsable e impune ante la ciudadanía, la cabeza del ejecutivo pierde la ídem, todo el resto del cuerpo se enloquece con ella y responde a sus mandatos descerebrados.
El Rey de Inglaterra, el Presidente de los EEUU, pueden enloquecer, tienen los frenos legales de las instituciones, no pasa nada. Idi Amín asume el poder en Uganda y abajo es una fiesta.
Cuánto hace que se comenta que padece un desorden del tipo bipolar? Años. Y que toma pastillitas de todos los colores? Otro tanto.
El problema, IMHO, no es su salud mental sino las acciones que acomete. Y ahí está el quid de la cuestión. Nadie cuestionó las directivas que llevaron a tomar este rumbo. Muy por el contrario, se festejan y vitorean. Y quienes debieran ejercer el control y el límite le asignan la misma importancia que si estuvieran viendo llover.
Por lo que no creo que sea necesario que nos preocupemos porque, aunque en medio de un discurso sacara un bidón de nafta, se sirviera un vaso y se lo tomara, nunca nadie va a mover un dedo para poner en tela de juicio su sanidad mental ni su aptitud para estar al frente del gobierno de un país.
Está probado y comprobado que a los argentinos toda persona desequilibrada en sus expresiones y cuyas acciones hacen pensar que tiene sus facultades mentales seriamente comprometidas les parece "un loco lindo".
Huyendo a El Calafate en 3, 2 1...
ReplyDeleteNo tiene que ver con el post, pero vean esto...
ReplyDeletehttp://www.clarin.com/politica/version-sobornos-sesion-impuestazo_0_710929052.html
"[...] un fotógrafo de Clarín pudo captar la imagen del celular de José Ottavis, vicepresidente de la Cámara y uno de los líderes de La Cámpora. El diputado chateaba con su compañeros de bancada Miguel Funes y Rocío Giaccone, también camporistas.
Según lo que se alcanza a leer, en ese intercambio de mensajes, Giacconne lo alerta: “ 150 mil x cabeza ofrecen a los diputados de la opo según palabras de Valeria Arata. Se está corriendo eso ...”.
Ottavis le responde: “Bueno chicos. No contemos más cosas y cuidado ...” [...]".
Que ópera bufa se mandaría Rossini, o Lehar o Strauss, con este país de morondanga.
ReplyDeleteTotalmente, yo lo vengo diciendo hace rato, está medicada y no le está haciendo efecto. Su discurso disgregado, el hilo del pensamiento que se le pianta, esa cosa paranoica, los altibajos en el estado de ánimo, ora aparece recontenta y chistosa, ora se esconde y no se la ve por varios días, la manipulación, etc etc, si no es una bipolar es una borderline muy descompensada.
ReplyDeleteSi hay algún psiquiatra en la sala agradeceré ateneo a ver qué le parece.
El problema es político, no psiquiátrico.
ReplyDeleteCuando en un gobierno democrático, republicano, con división de poderes, con gente responsable ante la ciudadanía, no servil ante el mandamás, en un país decente, la cabeza del ejecutivo pierde la ídem, todo el resto del cuerpo se moviliza para reemplazarla por una nueva, funcional, que sirva.
Cuando en un gobierno dictatorial, autoritario, personalista... -como gusten llamarlo-, con gente acomodada, inservible y servil, irresponsable e impune ante la ciudadanía, la cabeza del ejecutivo pierde la ídem, todo el resto del cuerpo se enloquece con ella y responde a sus mandatos descerebrados.
El Rey de Inglaterra, el Presidente de los EEUU, pueden enloquecer, tienen los frenos legales de las instituciones, no pasa nada.
Idi Amín asume el poder en Uganda y abajo es una fiesta.
Pero claro, DF, Argentina es un país de hombres fuertes, no instituciones.
DeleteCuánto hace que se comenta que padece un desorden del tipo bipolar? Años.
ReplyDeleteY que toma pastillitas de todos los colores? Otro tanto.
El problema, IMHO, no es su salud mental sino las acciones que acomete.
Y ahí está el quid de la cuestión.
Nadie cuestionó las directivas que llevaron a tomar este rumbo. Muy por el contrario, se festejan y vitorean.
Y quienes debieran ejercer el control y el límite le asignan la misma importancia que si estuvieran viendo llover.
Por lo que no creo que sea necesario que nos preocupemos porque, aunque en medio de un discurso sacara un bidón de nafta, se sirviera un vaso y se lo tomara, nunca nadie va a mover un dedo para poner en tela de juicio su sanidad mental ni su aptitud para estar al frente del gobierno de un país.
Está probado y comprobado que a los argentinos toda persona desequilibrada en sus expresiones y cuyas acciones hacen pensar que tiene sus facultades mentales seriamente comprometidas les parece "un loco lindo".