Salió al jardín y encontró una granada en una de las sillas del juego del patio.
Se pegó un julepe tremendo y llamó a la policía. La policía llamó a un experto en explosivos del Ejército, que determinó que era un modelo inglés de 1916, sin explosivos. Por lo que dice, es bastante común en esta zona, restos de prácticas militares de esos años.
Parece que fue una broma nomás.
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