Aug 9, 2012

Conozco varios argentinos, muchos de ellos residentes de Canadá

Que, explícita o implícitamente, consideran que el alto nivel de vida de este país se debe a su organización (más) socialista.

De nada sirve explicarles que Canadá no tiene racionamiento de, por ejemplo, viviendas, carne, verduras, frutas, vehículos privados, energía, electrodomésticos ni ropa.

¿Por qué? Porque esas áreas de la economía se manejan con un sistema de precios.

Canadá sí tiene racionamiento en áreas como el sistema de salud y guarderías y alquiler de viviendas a precios subsidiados.

¿Por qué? Porque esas áreas no se manejan con un sistema de precios.

Asignar recursos por planificación central es un lujo, en el sentido de caro e inútil. Los países, como las personas, no son ricos porque se permitan lujos sino al revés: se pueden dar ciertos lujos porque son ricos.

3 comments:

  1. Lo que decis es exacto. Esto me recuerda una discusión que tuve con un tipo en Mundo Perverso hace unos años. El salame había conocido Nueva Zelanda y volvió aquí sacándolo como ejemplo de lo que puede lograr una economía “fuertemente regulada”.
    Le contesté que en Nueva Zelanda lo que había ocurrido en las últimas décadas había sido todo lo contrario y que una de las medidas más radicales en esa economía había sido la supresión del proteccionismo agrícola entre otras y que de allí en adelante tuvo un fuerte crecimiento económico.
    El tipo no tenía idea y cuando le pregunté que era lo que lo llevaba a afirmar lo anterior me contesta que allá hay tantas regulaciones que por ejemplo el expendio de bebidas alcohólicas está regulado minuciosamente. Si mal no recuerdo creo que en determinados lugares las bebidas alcohólicas solo se adquirían en las farmacias.
    Le dije que no me extrañaba una política regulatoria estúpida en ese campo dado que el consumo de alcohol es un típico tabú de muchos países anglosajones, pero que tales taradeces de ninguna manera podían ser tomadas como representativas de nada salvo de tabúes culturales y nada más.

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    1. Acá en Québec, y en las otras provincias canadienses, el estado provincial tiene el monopolio de la venta y comercialización del alcohol. No hay racionamiento porque se utiliza un sistema de precios, más allá de que sean absurdamente elevados por los impuestos.

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  2. No pocos argentos creen que alquilando un monoambiente en Recoleta o dilapidando todos sus ahorros en alquilar la primera quincena de enero en Pinamar o Cariló, los convierte en ricos, guarda.

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