Lamentablemente ni un rodrigazo ni una lenta agonía asegura el fin del régimen. Para que termine el régimen es necesario que la gente perciba que sin populismo podria estar mejor, si eso ocurriea con las condiciones actuales ya alcanzaria pra el cambio.
Blas, lo veo muy difícil. La mayoría de los argentinos, incluidos expertos y analistas, consideran que con Néstor del Pueblo iba todo viento en popa hasta que la viuda perdió el rumbo.
No encontrás UNO que antes de darle un palito al tuerto diga la frasecita "más allá de las cosas buenas que hizo Néstor..." (tm). Pero andá a cagar. Caímos en un régimen cuasidictatorial, fundamentalista, corrupto, espía, encubridor, terrorista impositivo, hipercentralista e hiperunitario, generador de odios y divisiones ciudadanas, que se caga, de la constitución para abajo, en todo, pasando por institucionalidad, decoro, jueces y demás deudos. Pero aun así los pelotudos rescatan "las cosas buenas que hizo Néstor", porque saben que hay muchos otros pelotudos que ponen el votito a los que ese disclaimer les resulta cool.
Turros. Y ya que estamos, no escucho a ninguno decir "más allá de las cosas buenas que hizo Menem".
Nico, discrepo. Cuando estaba vivo un colombiano desconocido y menos peronista que Boudou, aliado con un pelotudo acomodaticio y con un tipo visto como un nene bián le ganaron a tuerto y manco juntos.
Yo brindé en familia el día del censo ese, el brindis fue "por tiempos mejores". Le pifié miserablemente. Todo es mucho peor ahora que entonces. No sé qué mierda sea, ¿una especie de fijación Evítica que tiene el inconciente colectivo argentino? ¿Vivir el sueño que quedó trunco con la esposa del coronel Perón?
Que se yo,que se yo, estoy con los huevos por el suelo, todos los dias una nueva y asi todo el tiempo. Tengo ganas de boxear a cada argento que veo por la calle.
Jose Luis, es victoria "por poco" como explicó el tuerto, duro menos que un gas envueltro en mimbre. Venía de la mano de la calentura de la gente del campo que los habian insultado por cadena nacional durante tres meses. La calentura de la gente del campo duró menos que la victoria del colorado y la gente del campo no solo se acostumbró a los insultos sino que goza con cada centimetro que se lo empujan mas adentro. Perdí la esperanza de ver a los argentinos votando un candidato que prometa cambiar el régimen populista, a lo sumo aparecerá otro audaz al estilo Menem que para que la crisis no se lo coma crudo pegue un panquecazo e intente cambiarlo.
Alguna vez, hará tres años, Louis me posteó este artículo, tan vigente ayer como hoy: La agonía.
“Como si una gran torpeza hubiera invadido a todos los sectores, nada de lo que se resuelve queda resuelto, nada de lo que se arregla queda arreglado, nada de lo que se dice queda claro. Y como si un pertinaz delirio hubiera invadido los espíritus, nada de lo que se cree vivir responde a la vida real, nada de lo que se cree posible es una posibilidad real. Una larga agonía. Los salarios fueron estudiados, analizados, discutidos, homologados, anulados, otra vez homologados, decretados, aprobados. Pero la crisis social penetra cada vez más profundamente en el cuerpo de la república. La crisis política fue desarrollada, desatada, discutida, combatida, resuelta. Pero el gabinete sigue sin poder ejercer la administración de los asuntos públicos. No tiene objetivos. No tiene poder. El plan económico no fue otra cosa que un diagnostico de laboratorio. No hubo plan. Sólo un grupo de funcionarios confundidos, y todo el cuerpo económico de la nación a la deriva. Los argentinos, día a día, tienen conciencia de que el país al que estaban acostumbrados está muriendo. Y no saben qué país, qué vida, los espera. Ni cuánto durará la agonía”.
(Recuadro de tapa de La Opinión del 16 de julio de 1975. Extraído de Nadie fue, Juan B. Yofre, Editorial Sudamericana, 2008)
No me puteen,pero me quedo con el Rodrigo y el " Lopecito" ,nenitos de pecho al lado de los que hoy,se recontra roban las miguitas que restan en el país...
Hay un crescendo del modelo que ni te cuento últimamente.
Ojalá se termine. Lo más pronto y con los menores daños posibles. O como sea. Pero que se termine. Porque puede que no termine. (Remember Chávez, Cuba, etc.) Aquí no hay alternativas, ni oposición.
Si no se termina se cristaliza, se estabiliza, coagula, y permanece, pase lo que pase.
De momento no tiene alternativas. Y el punto en estas circunstancias es lo que viene después. La debacle del estulto De La Rúa y la ascensión de Duhalde (El candidato que perdió las elecciones presidenciales, pero llegó a presidente igual.) en el 2001, con la continuación del kirchnerismo hasta hoy, es una enseñanza que no podemos obviar. Las debacles sostenidas en el tiempo, sin salidas concertadas, las crisis, los hartazgos con manifestaciones populares, los cambios mágicos pedidos -"que venga alguien y arregle esto, como sea!"- tan típicos de la Argentina de toda la vida: siempre nos han arrastrado en algo peor, manejado por el peor grupo de oportunistas que hubiera en el momento, dejándonos en la ruina.
Lamentablemente ni un rodrigazo ni una lenta agonía asegura el fin del régimen. Para que termine el régimen es necesario que la gente perciba que sin populismo podria estar mejor, si eso ocurriea con las condiciones actuales ya alcanzaria pra el cambio.
ReplyDeleteBlas
Blas, lo veo muy difícil. La mayoría de los argentinos, incluidos expertos y analistas, consideran que con Néstor del Pueblo iba todo viento en popa hasta que la viuda perdió el rumbo.
DeleteNo encontrás UNO que antes de darle un palito al tuerto diga la frasecita "más allá de las cosas buenas que hizo Néstor..." (tm). Pero andá a cagar. Caímos en un régimen cuasidictatorial, fundamentalista, corrupto, espía, encubridor, terrorista impositivo, hipercentralista e hiperunitario, generador de odios y divisiones ciudadanas, que se caga, de la constitución para abajo, en todo, pasando por institucionalidad, decoro, jueces y demás deudos. Pero aun así los pelotudos rescatan "las cosas buenas que hizo Néstor", porque saben que hay muchos otros pelotudos que ponen el votito a los que ese disclaimer les resulta cool.
DeleteTurros. Y ya que estamos, no escucho a ninguno decir "más allá de las cosas buenas que hizo Menem".
¿Qué hizo de bueno Kirchner?
DeleteMorirse.
DeleteNico, discrepo. Cuando estaba vivo un colombiano desconocido y menos peronista que Boudou, aliado con un pelotudo acomodaticio y con un tipo visto como un nene bián le ganaron a tuerto y manco juntos.
DeleteYo brindé en familia el día del censo ese, el brindis fue "por tiempos mejores". Le pifié miserablemente. Todo es mucho peor ahora que entonces. No sé qué mierda sea, ¿una especie de fijación Evítica que tiene el inconciente colectivo argentino? ¿Vivir el sueño que quedó trunco con la esposa del coronel Perón?
Que se yo,que se yo, estoy con los huevos por el suelo, todos los dias una nueva y asi todo el tiempo. Tengo ganas de boxear a cada argento que veo por la calle.
DeleteJose Luis, es victoria "por poco" como explicó el tuerto, duro menos que un gas envueltro en mimbre. Venía de la mano de la calentura de la gente del campo que los habian insultado por cadena nacional durante tres meses. La calentura de la gente del campo duró menos que la victoria del colorado y la gente del campo no solo se acostumbró a los insultos sino que goza con cada centimetro que se lo empujan mas adentro.
DeletePerdí la esperanza de ver a los argentinos votando un candidato que prometa cambiar el régimen populista, a lo sumo aparecerá otro audaz al estilo Menem que para que la crisis no se lo coma crudo pegue un panquecazo e intente cambiarlo.
Blas
Es lo que me temo, Blas.
DeleteLouis, hay veces que tus respuestas se parecen a las de HAL 9000.
DeleteJust for laughing ;)
Perdón, Sergio.
DeleteNo hay nada mejor que irse con un "bang". Y de ser posible, que se lleve algunos de los negros de mierda que apoyan este horror.
ReplyDeleteAlguna vez, hará tres años, Louis me posteó este artículo, tan vigente ayer como hoy: La agonía.
ReplyDelete“Como si una gran torpeza hubiera invadido a todos los sectores, nada de lo que se resuelve queda resuelto, nada de lo que se arregla queda arreglado, nada de lo que se dice queda claro. Y como si un pertinaz delirio hubiera invadido los espíritus, nada de lo que se cree vivir responde a la vida real, nada de lo que se cree posible es una posibilidad real. Una larga agonía. Los salarios fueron estudiados, analizados, discutidos, homologados, anulados, otra vez homologados, decretados, aprobados. Pero la crisis social penetra cada vez más profundamente en el cuerpo de la república. La crisis política fue desarrollada, desatada, discutida, combatida, resuelta. Pero el gabinete sigue sin poder ejercer la administración de los asuntos públicos. No tiene objetivos. No tiene poder. El plan económico no fue otra cosa que un diagnostico de laboratorio. No hubo plan. Sólo un grupo de funcionarios confundidos, y todo el cuerpo económico de la nación a la deriva. Los argentinos, día a día, tienen conciencia de que el país al que estaban acostumbrados está muriendo. Y no saben qué país, qué vida, los espera. Ni cuánto durará la agonía”.
(Recuadro de tapa de La Opinión del 16 de julio de 1975. Extraído de Nadie fue, Juan B. Yofre, Editorial Sudamericana, 2008)
No me puteen,pero me quedo con el Rodrigo y el " Lopecito" ,nenitos de pecho al lado de los que hoy,se recontra roban las miguitas que restan en el país...
ReplyDeleteHay un crescendo del modelo que ni te cuento últimamente.
ReplyDeleteOjalá se termine. Lo más pronto y con los menores daños posibles. O como sea. Pero que se termine.
Porque puede que no termine. (Remember Chávez, Cuba, etc.) Aquí no hay alternativas, ni oposición.
Si no se termina se cristaliza, se estabiliza, coagula, y permanece, pase lo que pase.
De momento no tiene alternativas. Y el punto en estas circunstancias es lo que viene después.
La debacle del estulto De La Rúa y la ascensión de Duhalde (El candidato que perdió las elecciones presidenciales, pero llegó a presidente igual.) en el 2001, con la continuación del kirchnerismo hasta hoy, es una enseñanza que no podemos obviar. Las debacles sostenidas en el tiempo, sin salidas concertadas, las crisis, los hartazgos con manifestaciones populares, los cambios mágicos pedidos -"que venga alguien y arregle esto, como sea!"- tan típicos de la Argentina de toda la vida: siempre nos han arrastrado en algo peor, manejado por el peor grupo de oportunistas que hubiera en el momento, dejándonos en la ruina.
Estamos avisados.
Lo que va a costar volver de todo esto, aún con todas las ganas de hacerlo.
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