Es que, sin calentarse ni cambiar demasiado, haciendo las cosas con un mínimo de racionalidad, Argentina podría ser un país sin demasiado que envidiarle a España o Italia en calidad de vida.
No hay ningún motivo objetivo por el que un país con los recursos humanos que tuvo históricamente Argentina tenga que terminar revolcándose en el pobrismo y el pedorrismo tercermundista actual y, lo que es mucho peor, el que viene.
No hay derecho.
Se están sacando el gusto (nos) de poner en práctica todos las ideas dirigistas y colectivistas de los 70.
ReplyDeleteEso sí, la dignidad quién te la saca.