Lo venimos diciendo acá en el blog desde hace años. A pesar de su seriedad, la economía no es el problema más grave que debe hacer frente el país:
El gobierno del pensamiento único ha realizado en estos últimos años un ataque frontal a la libertad de expresión mediante la adjudicación arbitraria de la publicidad oficial y la persecución a empresarios y periodistas. Hizo sancionar, además, una ley de medios que le permitirá ejercer el control político del sector mediante medidas arbitrarias y restricciones indirectas a las libertades de prensa y de expresión, como lo ha puesto en evidencia al promover el dictado de otra ley que hará posible controlar la producción, importación y venta de papel para diarios.
En lo institucional, ya no se trata de bregar por la mejora de la calidad, sino de salvarnos de la destrucción del Estado de Derecho. A las continuas violaciones de la seguridad jurídica o de las libertades económicas y sociales, se añade la presión que ejerce el Gobierno sobre el Poder Judicial y el Consejo de la Magistratura, aunque es cierto que hay jueces que resisten con dignidad el embate del poder político sobre sus decisiones.
Me hizo recordar el artículo en donde mucho argento apoya la intervención del estado en la economía y s regulación.
ReplyDeleteNo me extrañaría que muchos opinen que "cierto nivel de intervención" en los medios está bien y lo apoyen.