Aug 29, 2012

“¡Te van a quitar la casa, pelotudo!”

Cómo alertar sobre la reforma constitucional
Por Enrique Arenz
Esto que están tramando no es nuevo. La ultraizquierda lo intentó en 1990 en la provincia de Buenos Aires y lo intentará siempre, porque su objetivo, su gran sueño dorado es terminar con la Constitución histórica que es el límite jurídico a sus locuras revolucionarias. Ahora el pretexto es la re reelección presidencial, pero en esta oportunidad, como nunca antes, tienen a su favor un contexto ideológico único y un gobierno sin escrúpulos capaz de hacer cualquier cosa por mantenerse en el poder.



En 1990 Cafiero era gobernador de la provincia de Buenos Aires y no tenía reelección. Entonces convocó a un plebiscito para que la ciudadanía decidiera por SÍ o por NO sobre un proyecto de reforma constitucional que contenía, además de la reelección, nada menos que noventa y ocho enmiendas.

Ahí estaba la trampa. El proyecto contenía reformas que ponían los pelos de punta. Por ejemplo: un artículo determinaba que la provincia de Buenos Aires era un “Estado autónomo”, y otro ordenaba que “Todo habitante está obligado a organizarse en defensa del orden institucional de la provincia”. Pero curiosamente en el proyecto se conservaban verdaderas antiguallas, como la que decía que el gobernador es el comandante en jefe de las fuerzas armadas provinciales, y quedaba facultado para movilizar milicias y nombrar oficiales hasta el grado de teniente coronel. Si uno mezclaba lo nuevo con lo obsoleto que inexplicablemente se conservaba, obtenía un explosivo cóctel con sabor a separación, nacionalismo regional, milicias populares y hasta el sueño en alguna cabecita loca de una guerra de secesión contra la República Argentina.

Pero lo más grave era que muchas enmiendas se habían tomado de la Constitución cubana de 1976. Una establecía que el trabajo es un derecho, pero al mismo tiempo un deber social. Se sabe que en Cuba (por lo menos en ese tiempo, ignoro la situación actual) quien no aceptaba el trabajo que le asignaba el Estado (por ejemplo, un arquitecto disidente que era enviado a destapar las cloacas), se lo calificaba de “vago social” y se lo mandaba a la cárcel para su reeducación. Y aunque cueste creerlo, a esta indignidad el peronista Cafiero la llamaba “el moderno constitucionalismo social de los países más avanzados del mundo”. [...]
Road to Serfdom, 100% full-full con palanca al piso. Léanlo toddy.

5 comments:

  1. "La gente, en términos generales, no asimila conceptos abstractos, no se interesa por la política ni entiende los galimatías legales y filosóficos, tienen la cabeza en otras preocupaciones menores. Pero si les tocan el bolsillo o les amenazan el terrenito o la casita que pudieron escriturar con esfuerzo, ahí sí muestran los dientes como perro al que le quieren quitar el hueso."

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  2. ¿Alguien duda de que va a salir como por un tubo? La apuesta de la mayoría de los argentinos es que la casa se la van a quitar a los demás, nunca a ellos.

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  3. Cuando se den cuenta ya va a ser tarde.

    Pasó en todos lados así.

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  4. “En cuanto a las pirámides (de Gizeh, Egipto), no hay nada por lo que asombrarse tanto como del hecho de que pudiera haber tantos hombres degradados para gastar sus vidas en construir la tumba de un bobo ambicioso, que habría sido más sabio y viril ahogar en el Nilo, y arrojar luego su cuerpo a los perros.” -Henry D. Thoreau en su obra Walden (1854)

    +

    "Debo ser la reencarnación de un gran arquitecto egipcio" CFK
    http://www.lanacion.com.ar/1503476-debo-ser-la-reencarnacion-de-un-gran-arquitecto-egipcio

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    1. Sí, la reencarnación de un arquitecto egipcio, eso dijo, país bananero ya nos queda grande.

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