El odio y el divisionismo como política del estado

Y después dicen que las sociedades no se suicidan:

Como no es la primera vez que lo hace habrá que concluir que es una táctica: endilgar a los demás lo que hacen ellos y mostrarse notablemente ofendidos por ello.

Hablar de odio y división cuando las fuentes teóricas que los animan (el intelectual populista Ernesto Laclau que vive junto a su mujer francesa en la calma inglesa de Oxford) le achacan justamente al primer gobierno de Néstor no haber sido suficientemente exitoso en el objetivo de fracturar a la sociedad como lo hicieron Perón o Chávez, raya en el cinismo.