La imposibilidad institucional:

O de cómo un sistema de creencias destruye un país.

Una cosa importante que explica a Cuba, España y Argentina, a grosso modo.

España tenía problemas para constituir una institucionalidad republicana y democrática: Terminó un proceso de siglo y medio con una guerra civil y una dictadura de 40 años.

Cuba tenía problemas para constituir una institucionalidad republicana y democrática: Terminó con un alzamiento rebelde y una dictadura de 50 años y continuando.

Argentina viene arrastrando, por lo menos, 80 años de problemas para sostener una institucionalidad republicana y democrática, construída a fines del siglo XIX, que viene siendo más bien destruída.

Adivinen ustedes cómo puede, a la corta o a la larga terminar un estado así.

El problema de Cuba, España y Argentina no es económico: es político. O, mucho más grave, de mentalidad; de tener una visión del mundo que arruina las cosas.

Cuba, contrariamente a lo que dice la propaganda de izquierda, no estaba mal económicamente. Pero su institucionalidad era pésima.

España estaba mal económicamente, con pobreza y atraso, pero su mayor problema era no poder construir un sistema de poder político moderno, dependiendo de una monarquía ineficiente y decadente.

Argentina: Se dio el gusto de destruir un sistema político moderno, republicano y democrático; y ligó la economía a la política de manera que los grosísimos errores de ésta arrastraron a aquella.

Un problema mental, cultural, de pretender sostener una visión del mundo fracasante, contra todas las evidencias de la realidad.