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| San Mateo - Domenico Theotokopoulos (El Greco) |
Cuando alguno viene a decirme que en realidad Perón esto o Perón lo otro; que "el último Perón", el sabio, el león herbívoro, la tenía clara, que era un estadista; que qué se yo... le digo que mire cuál fue finalmente su legado. Que mire a los barones del conurbano, a los chorros que compran la franquicia peronista para hacer lo que se les antoje por izquierda o por derecha, a los sindicalistas a cuál más transero, potentado y corrupto, al estado de las provincias como Buenos Aires gobernadas desde siempre por el peronismo, a la masa grasita necesariamente cada vez más masa y cada vez más grasita para que continúen votando peronismo, al estado general del país. No hay mejor indicativo de qué es lo que fue Perón para Argentina, que ver los que usan su imagen, y el estado de aquello que gobiernan.
Un ex-recaudador de impuestos (o sea: del tema sabría) de nombre Mateo supuestamente escribió hace casi dos mil años la frase "
Por sus frutos los conoceréis". Hablaba de los falsos profetas.
Muy bueno, JL.
ReplyDeleteExcelente reflexión
ReplyDelete+10 José Luis! ¿Cómo calificar de "sabio" a quien dejó en sucesión presidencial a una inepta ex-cabarutera regenteada a su vez por un psicótico sanguinario como López Rega? ¿Qué otra cosa podía esperarse que sucediera en los siguientes 40 años? Lo más trágico es que todo lo ocurrido no le fue impuesto al país por una elite extraterrestre de asaltantes del poder. Todo lo que ocurrió –incluído el Proceso- tuvo siempre el apoyo de la inmensa mayoría de la población.
ReplyDeleteDime cómo vives, cuáles son tus valores, y te diré qué gobierno mereces.
Para darse un corchazo en las tarlipes, Gus.
DeleteEfectivamente, cuando uno piensa en esos personajes esperpénticos, más dignos de las páginas de García Márquez que de las de los diarios, la historia ante uno entra en una especie de dimensión desconocida, como si estuviera viendo El Jardín de las Delicias de El Bosco. ¿Cómo se llegó a todo eso?
DeletePero uno luego ve las caricaturas que son un Aníbal Fernández, o una Diana Conti, o un Orlando Barone, o un Guillermo Moreno, o la mismísima Líderesa Suprema, y comprende que sólo por repetición y acostumbramiento es que nos parecen tristemente reales, porque en realidad pertenecen al mundo de lo irreal, de lo ridículo, de lo pesadillesco.
Louis, Pedro, muchas gracias.
ReplyDeleteImpecable, JL.
ReplyDeleteNo gaste adjetivos conmigo, Carancha, no merezco.
DeletePero gracias igual.
Excelente. Que algunos que se las dan de sabios comparen al Tirano Profugo con un estadista de la talla de Churchill, revela cuan bajo caimos a nivel intelectual y moral.
ReplyDeleteSí. Pero que no nos oiga el turco Asís...
DeleteNi Mr. Groncho,
DeleteGenial don JL.
Mil gracias, pero no jodas, Martín. El Groncho es un prócer, una pena que tenga los guantes colgados.
DeleteClaro que es un procer, lo que justamente no entiendo es cómo sigue siendo peronista a pesar de lo inteligente que es y de la abrumadora evidencia de que el viejo era un sátrapa oportunista que un dia decía A y al otro Z sin que se le moviera un pelo.
DeleteExcelente. No sé por qué me hizo acordar de que en mi adolescencia, viendo que la mayoría de los argentinos eran peronistas, yo quise ser peronista. Juro que hice todo el esfuerzo posible, pero no pude lograrlo.
ReplyDeleteMaldito espíritu crítico y respeto por la coherencia.
No logré llegar ni cerca de ese estado de gracia de tipo religioso en el que uno acepta y justifica cualquier barbaridad siempre que venga de la fuente adecuada.
Lógicamente que es mucho mejor que así sea, aunque durante un tiempito me pregunté qué sería lo que me faltaba.