Resulta un bochorno superlativo que a esta altura de los acontecimientos todavía se mantenga como si nada en el escenario político esta manifestación de autoritarismo y, lo que es peor, que haya gente que considere seriamente que el peronismo puede resolver nuestros problemas desconociendo del modo más fragrante las partes más dolorosas de la historia argentina, con el apoyo logístico de oportunistas de toda laya y de distraídos irresponsables y timoratos incapaces de vislumbrar el pésimo ejemplo que trasmiten a las generaciones venideras. No habrá solución en el horizonte mientras no nos miremos en el espejo con un mínimo de honestidad y decencia, para así dejar de lado una de nuestras más devastadoras lacras en la que su fundador entrelazó autoritarismos.
Y bueno, diría al estilo de Louis… lo decimos nosotros acá y pasa un camión cargado de negros africanos tocando vuvuzelas.
ReplyDeleteMe gusta cuando hace hincapié en señalar las barbaridades cometidas por Perón en sus últimos años, que algunos estúpidos se esfuerzan en negar mintiendo con aquello de que Perón volvió “sabio” y “conciliador”.
El drama argentino es que pareciera inviable una propuesta liberal ( diría también social- demócrata, comunista, nazi, etc. ) sin protagonismo "peronista". De hecho lo más liberal que existe con cierto protagonismo nacional es el PRO de Macri que está infectado de peronistas.
ReplyDeleteEs simpático ( y revulsivo ) escuchar a De Narvaez asumirse felizmente como peronista y defender a la vez la propiedad privada y los derechos individuales o escuchar a Jorge Castro defender su estrambótica tesis de que Perón debió participar en las reuniones de la Sociedad Mont Pelerin. MarioD
MarioD
Exacto. Lo increíble es que el peronismo funcione todavía en la mentalidad de la gente como el único “garante” legitimador de cualquier ideología que circule por ahí. La ve como a la única fuerza autoritaria y fascista capaz de instrumentar coercitivamente cualquier política, y de hecho es así. Pero el fin no justifica los medios.
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