Lo que Argentina necesita es una cadena de supermercados del estado para "regular el caos promocional supermercadístico para que sea el Estado quien dirija el consumo hacia productos nacionales o hacia determinados rubros en función de ejes productivos preestablecidos".
Y todo indica que esta gente habla absolutamente en serio.
Como para darse una idea de que el único límite al nivel del delirio suicida que campea en el país es que se quede sin financiamiento.
(Gracias, Walter)
Desabastecimiento asegurado.
ReplyDeleteQuieren ser la solución cuando son el problema
ReplyDeleteTrataba de no vomitar leyendo la nota, pero me gustó este párrafo "En segundo lugar, seguir omitiendo el indispensable rol positivo de la inflación bajo modelos de modernización económica e industrialización autosuficientes y soberanos es, a esta altura del partido, un error inexcusable. Más adelante en su análisis, el Fénix afirmó que "la inflación actual se ubicaría en el entorno del 20% anual, en tanto que el promedio del incremento de precios, [...] resulta aproximadamente del 23%."
ReplyDeleteO sea ni los mounstros del Plan Fenix se creen que la inflación es menor al 20%, de más está decir que el "analista2 los caga apedoa a los Plan Fenix diciendo " El Plan Fénix debería detenerse a meditar sobre este aspecto, más que poner en tela de juicio la credibilidad del Indec. ¿Cuál es la credibilidad de la zoncera inflacionaria (la inflación como preocupación social primaria) cuando el consumo no para de crecer, ni los bancos de financiar, ni los supermercados de vender (ni regalar o descontar a la marchanta)? Ni el medio pelo se cree el mito de la inflación descontrolada y del veintipico por ciento."
y para el final se guarda la frutillita "Una vez más, aportar a la desconfianza del Indec es contribuir al comportamiento cultural inflacionario cuyo eje se centra en la zoncera del Estado como causante de la inflación y enemigo histórico del ciudadano consumidor."
No se puede creer que alguien diga esa sarta de disparates sobre la inflación y el papel del estado en un país con la tristísima experiencia en la materia de la Argentina. Más que económico o político, es un problema psiquiátrico.
DeleteOjalá estos "Fenix" no renazcan de las cenizas.
DeleteEs desde la época que Anibal era amigo y escribió un "libro" que a los K les gusta TANTO la palabras "zonceras"?? O viene de mucho antes?
DeleteYo no suelo debatir con ellos pero la otra vez apareció uno en mi muro y uso esa palabra y fue bastante gracioso es como que se deschavan... No pude terminar de leer el ManualK, lo dirá ahí??
Creo que se la copiaron de Jauretche.
DeleteMuchachos, Uds. saben que estos bastardos educados y mantenidos con el erario público necesitan sostener sus ingresos.
ReplyDeleteUds. creían que eran intelectuales sobresalientes que sacarían al país de semejante decadencia sin precedentes sólo por amor a la patria?
No muchachos, no.
Colgados de los semáforos con toda la parentela es lo mínimo que se merecen.
A mi la parte que más me gusto es "el Estado recuperando soberanía económica (no usamos el término "intervención", desde que es el Mercado quien ha intervenido la economía, afectándola con el desplazamiento de su actor y gestor natural, el Estado)"
ReplyDeleteEl Mercado con mayúsculas es un fantasma malo que se mete y arruina la economía y los que dicen que el mercado es simplemente el conjunto de las personas que negocian libremente entre sí porque uno tiene lo que el otro quiere y viceversa son unos malditos oligarcas neoliberales y desestabilizadores... NO?
Igual yo me quedo tranquila porque la gente de a pie, cuyas actividades culturales preferidas son ver Tinelli y escuchar reggaeton no leen esas notas, solo saben que van al super y con el mismo sueldo cada vez compran menos.
Se les va a acabar la joda...
Esa es la buena, la mala es que van a votar a otro distinto pero con el mismo tipo de políticas.
¿Existe ese Federico Bernal (autor de la nota)? Sí, ya sé, seguramente existe y hasta es probable que tenga influencia en el gobierno, pero prefiero creer que es una joda. No puede hablar en serio. Es demasiado.
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