La semana pasada me reencontré aquí con un amigo argentino que vive en Alemania desde hace más de 30 años y me comentó que tres cosas le están llamando la atención de Argentolandia: una es la polarización ideológica de la gente, incluso a nivel intrafamiliar, que por momentos lo deja desconcertado y le produce muy malos presentimientos.
Otra es el nivel de la televisión… no puede creer lo que ve, muchas veces no sabe si se trata de algo en serio o en broma, y los canales estatales le recuerdan exactamente los que varias veces vio cuando anduvo de paso por la RDA: el mismo machacar, el mismo adoctrinamiento ideológico constante que hacen palabra por palabra, así estén hablando de un dentífrico.
Y finalmente lo peor… el nivel de analfabetismo, de chabacanería y burrez en todo, de la vida en general, de los teenagers argentos (y su barrio aquí es Barrio Norte, a ver…). Y no es que él sea un fino gentleman, no señor. Él y yo somos dos viejos rockers, que estuvimos caminando por una ciudad cada día más irrespirable.
Agrego yo, se lo iba a dejar como un comentario:
A la distancia llama mucho la atención que en Argentina se sigan debatiendo cuestiones (inflación: ¿buena o mala?; democracia vs. populismo; la relación entre gobernantes y gobernados; la importancia del ahorro y las inversiones; etc.) que deberían haber quedado superadas hace décadas y, sobre todo, los términos en los que se da el debate.
Me temo que, gracias a los términos de intercambio extraordinariamente favorables al país de estos últimos 10 años, millones de argentinos de los más jóvenes han descubierto las bondades del populismo clientelista y del corporativismo prebendario.
Mi temor es que se confirme que de este esquema se sale únicamente cuando se quede sin financiamiento.
Hay que ser positivos. Ahora todos esos pendejos burros y analfabetos van a poder votar también. Ya no nos para nadie.
ReplyDeleteLo que más me duele es eso, saber que todo es tan, tan trucho, tan mal hecho, nadie pone un mínimo esfuerzo en que algo salga bien. Y de ue casi nadie se de cuenta. Su ami0go hablaba de la televisión, es cierto, es a todas luces espantosa, pero en Peronia creen que es la mejor del mundo, de verdad lo creen!
ReplyDeleteConfirmando lo de Sowell, ya tenemos entre nosotros una generación de pequeños bárbaros a los que los gobernantes y sus propios padres decidieron no educar, salvo en lo de que la guita la cagan los perros y el peronismo te la da (perdón por usar el poético idioma provenzal). Por eso el apuro de estos sátrapas por habilitarlos para que voten cuanto antes.
ReplyDeletePor supuesto no todos son iguales… pobrecitos, no generalicemos ni estigmaticemos tampoco. Es una sociedad dividida. Pero la tendencia mayoritaria es ir hacia la incultura.
Gracias II, Louis.
Gracias a vos!
Delete