Nov 9, 2012

En cuanto a la convocatoria en sí

Me encantó un cartel que prometía "Los vamos a juzgar".

Entonar acompañado por la multitud el Himno Nacional, yendo por Diagonal Norte hacia Plaza de Mayo, fue un momento de profunda emoción. Me sorprendí con ese sentimiento. Como no suelen producirme mayor emoción las proclamas chauvinistas, creo que debe haber sido resultado de - al igual que aquí - encontrar que no somos tan pocos.

Aún en las múltiples diferencias que pudieran existir, aún en reclamos que se contentan con solo unos pocos buenos modales por diferencia, fue reconfortante saber que hay en algún lugar un límite a tanto atropello.

Como dice acertadamente Asís, estos son peronistas, no se van ni se asustan con una movilización, más si son la franquicia mezcla perfecta del fascismo del 40 con la soberbia e ignorancia de los 70.

Por eso creo que esta marcha interpela de forma directa a la pusilánime conducta de Binner, al tranco al que trota Gil Lavedra cuando lo corren por izquierda, o al cholulismo por pisar la Casa Rosada de Pinedo para salir en la foto de cuanta fantochada "patriótica" le proponen. No porque tenga esperanzas en su accionar, sino porque les muestre a estos tarambanas y a quién se anime, que hay vida después del 54 % y sobretodo del 37 % de diferencia al segundo, causa que los sumió en una inoperancia y complacencia aún mayor, oponiéndose con el voto a favor a todas las leyes que consolidaron esta autocracia.

En fin, una pequeña bocanada de aire fresco entre tanta ignominia.

Martín R

2 comments:

  1. Me gustaron todos los comentarios personales sobre ayer pero con este me identifico más. A mí también me gustó tanto el "Los vamos a juzgar" que lo imprimi y lo llevé a la marcha.
    Las miradas y comentarios de la gente eran todos de aprobación, aunque una señora me dijo algo como que es muy difícil (lógico con jueces con Oyarbide) pero le dije que si no es a través de la Justicia será la gente en la calle la que los abuchee, los insulte, los escupa, etc: la que va a hacer que no puedan ni salir a la puerta.
    Otros decían que van a terminar con Yabrán, quizás en alguna isla paradisiaca que ni aparece en el mapa adonde van todos los corruptos con muchisima plata.

    Y también me pasó que a pesar de estar en contra de todo nacionalismo y patriotismo me sorprendí a mi misma cantando el himno y emocionandome, supongo que tiene que ver con el hecho de ver a tantas personas por fin despertandose y diciendo las cosas como son: no son sus ideas y propuestas políticas lo que no nos agradan sino el hecho de que sean delincuentes. Como dicen en La liga de las flores: ya no es corrupción, es pornocorrupción.

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    1. Anoche vi el comentario de Martín R pero no alcancé a felicitarlo y a comentarle que precisamente ése fue el cartel más necesario y certero para mí también, y hoy lo veo hecho post excelentemente rubricado con el comentario de Abby, quien hizo además el ejercicio ético de portar la consigna.

      Porque no estamos en horas de discusiones ideológicas sino de implementar Justicia, tratando de saber identificar a los delincuentes. No son gente equivocada, son chorros y asesinos.

      Como no hay verdadero sistema republicano y democrático y división de poderes para contener y limitar a los funcionarios, sino que sólo llegan al poder burdos personalismos, pues bien… habrá que privilegiar y evaluar el CV, la estabilidad psíquica o el prontuario de los candidatos antes que sus ideas, que podrían ser nefastas en lo económico pero corregibles si son gente abierta a la buena voluntad o son mínimamente permeables a la realidad. El psicópata mafioso, en cambio, es incorregible y de él no cabe esperar más que la devastación, aunque nos prometa un mundo a nuestra medida ideológica.

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