Se me ocurren dos barreras para contener al populismo:
* La barrera republicana tradicional, consistente en una Judicatura independiente, capaz de fijar límites precisos a la acción del poder político.
* Una barrera republicana no nacionalista, que consiste en poner bajo jurisdicción internacional, supranacional o provincial, según el caso, a las instituciones económicas básicas del país (moneda y banca, comercio exterior y recaudación de impuestos).
El inconveniente de la primer barrera es que su desarrollo depende del desarrollo de la cultura política de la población, algo que puede insumir generaciones. El atractivo de la segunda es que podría concretarse por medio de tratados con superpotencias que terminarían fijándole límites efectivos a la arbitrariedad del gobierno nacional en importantes áreas. Los tratados no protegerían directamente a la libertad de expresión pero sí a la de comercio. Sin embargo, ¿quién puede descartar que la libertad de comercio no termine afianzando a las otras libertades fundamentales?
Agrego yo:
Salvo que se dé un proceso de aprendizaje - que yo no noto en lo absoluto - en las clases dirigentes en general y en la corporación política muy en particular, las perspectivas a futuro del país no son las más auspiciosas.
Aun si logran sacarse de encima al régimen kirchnerista, aun si el esquema populista se queda sin financiamiento, siempre está la espada de Damocles de la vuelta a las andadas en cuanto los términos de intercambio lo permitan.
cuando la dirigencia politica cruza ciertas barreras y la sociedad no reacciona, es muy dificil vover atrás. Solo un trauma terrible, que la sociedad lo perciba como una amenaza cierta a su existencia como nación (algo parecido a la Alemania de pos guerra), podría de hacer de llamado a la reflexión y al cambio. Lo ocourrido entre 1973 y 1982 no fue suficiente escarmiento. En 1983, volvieron los politicos como si nada hubiera pasado; ineptos y corruptos como siempre y el negocio de los ddhh que hizo rico a muchos. Y la sociedad; bien gracias. Que te pasa amargo; con la democracia se logró el mundial del 86 con el gol de la mano de Dios - Juan
ReplyDeleteNinguna de las opciones de Avila me parecen viables. Argentina está llena de progres, izquierdistas, socialistas, peronistas, que justifican y están de acuerdo con las limitaciones a la libertad. A la libertad de comercio con otras naciones, a la libertad de elegir moneda para ahorrar, etc. Son así. Eligieron tres veces a Perón.
ReplyDeleteArgentina tendría que llegar a un estado de cosas en el que, desde un punto de vista de un mínimo de racionalidad en la administración de la cosa pública, dé lo mismo que cualquier partido o candidato gane las elecciones. Es lo que lograron países como Chile, Uruguay, Brasil y hasta Colombia y Perú.
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