Pantalón cortito, con un solo tirador

ELEGÍA PARA LEONARDO FAVIO
por Jorge Cerrigone Lloyd
(redistribuido con permiso del autor)

Era increíble, no solamente tenía una profunda sensibilidad para enfocar cuadros y crear imágenes que perdurarán en las retinas y los pensamientos de las personas más sensibles capaces de captar sus mensajes, sino también era un poeta, de aquellos que solo pueden ser comprendidos por quienes han entregado su corazón a una causa comprometida y plagada de justicia social. Recuerdo una anécdota de nuestra juventud cuando nos invitaron por casualidad a jugar un partido de futbol de barrio, allí demostró también sus dotes de futbolista; no dudo un segundo que podría haber sido también un gran jugador, con destino de selección nacional.

Como actor también descollaba, si lo hubieran observado de alguna productora gringa, o si hubiera nacido en aquel imperio, sin dudas era candidato a ganar el Oscar y hacer historia. Superior a todos esos pochocleros rodeados de lujos y opulencias. También fue un excelente cantante, marcando las pulsaciones de tres generaciones con sus sonidos. ¡Y como jugaba al truco! Sin dudas el mejor.

Jamás comí un asado tan delicioso como los hechos por el, no creo que haya existido una mano tan meticulosa para entender ese sutil y fino juego entre cocción y naturaleza muerta. Tomando vino era insuperable, no había quien igualara su ritmo, el tipo no perdía la línea y era capaz de seguirte toda la noche.

¡Y que amante! Si supieran esos “machos” de nuestro contexto que el pasó por sus brazos a todas sus mujeres, que desilusión se llevarían...

También un excelso piloto, recuerdo que una vez Reutemann le prestó su Fórmula uno y el tipo sin pruebas previas se calzó el buso, amarró el casco y salió con las ruedas frías; ¡¡¡y fue más rápido que el santafecino!!!. Se dice que hasta el mismo Enzo Ferrari lo mandó a llamar para que pilotee uno de sus autos, pero desestimó la propuesta por venir de un viejo demasiado rancio para su gusto popular.

Gran ajedrecista, probablemente el mejor de todos los tiempos. En una de las visitas de Garry Kaspárov jugaron 14 horas y terminaron en tablas, quienes presenciaron ese épico momento dicen que Kaspárov no podía comprender como alguien con tan poco tiempo y un completo desconocido podría ser tan excelso rival y con una inteligencia tan pero tan superior.

El tenis también era un arte que visitaba de tanto en tanto. El mismo Guillermo Vilas fue víctima de su innata condición, corría el año 1979 cuando en un imprevisto partido en Francia, luego de un evento en Montecarlo, le propinó un increíble 6-1 6-1 justo delante de Carolina de Mónaco, por aquel tiempo mujer de Vilas, aunque completamente turbada luego de ese partido. Cuentan las malas lenguas que Guillermo Vilas luego de aquel encuentro, y encontrándolos por sorpresa esa misma noche en la alcoba de la princesa, comenzó el declive que lo llevó a la separación al saberla completamente enamorada de ese otro gran argentino.

En uno de sus viajes a Estados Unidos también se probó un traje de astronauta, comenzó bromeando satirizando la vestimenta y, según indican quienes lo acompañaron, terminó explicando como debían ser los movimientos en la estratósfera, dejando atónitos a todos los presentes, incluidos los físicos de la NASA.

También tenía un increíble percepción del sonido, una famosa anécdota indica que una noche en New York City se subió a la cabina del Disk Jockey, agarró las bandejas y se puso a pasar música, quienes allí estuvieron disfrutaron al ver que la gente no podía parar de moverse. Según los especialistas fué en ese momento que apareció la técnica de "pinchar las bandejas". Solo él era capaz de tremenda vanguardia.

El esquí sobre nieve era uno de sus pasatiempos favoritos cuando descansaba, en una de las estadías en Saint Tropez no solo ganó extraoficialmente el campeonato mundial de esquí –cosa que quedó tapada para no dejar en papelón al campeón belga saliente-, sino que también tuvo una noche romántica con una de las chicas Bond de aquel entonces. Ursula Andress quedó completamente enamorada por las dotes amatorias de aquel personaje, cuentan que fue en ese momento cuando comenzó el derrotero amoroso de la diva sesentista. Es que había quedado completamente obnubilada luego de saborear las mieles de ese argentino de cepa pura que no paró de amarla mediante el sutil equilibrio entre la animalidad de la fuerza y la sensibilidad de la brisa.

Pero si había algo en el que sin dudas fue el mejor de todos los tiempos fue en el boxeo; ¡Como pegaba! Yo mismo presencié un golpe a la mandíbula que dejó al mismísimo Carlos Monzón soñando 5 minutos en la lona. Eran tiempos en los que Monzón se preparaba para pelear con Valdez y él estaba en el entrenamiento para sacar algunas ideas, Carlos lo llamó a hacer unos guantes y subió, luego de unos minutos la cosa se puso fea y Monzón se enojó mucho, comenzaron a boxear enojados y Monzón terminó noqueado en el suelo. Increíble performance la de mi amigo.

Creo que me estoy olvidando muchas más de sus dotes, fue sin dudas el mejor docente que tuve, también un gran conocedor de las matemáticas. Probablemente el mejor carpintero al que observé en su madera y sin dudas un gran escultor. Como escritor superaba a Borges, y también de los mejores diseñadores de moda, especialmente un creador excelso de calzados para mujeres. Sin dudas que el mejor programador, si las computadores hubieran sido más populares con anterioridad, Bill Gates no hubiera estado en USA, sino hubiera sido bien criollo. También fue un gran sastre y es muy probable que haya sido un empresario excelso, solo que desdeñaba buscar una ganancia. Un gran estratega militar y mejor marino, excelso piloto aéreo que por primera vez rompió la barrera del sonido como particular.

SI, ESE ERA LEONARDO FAVIO…