No hace mucho tiempo nos reíamos de las desgracias ajenas cuando veíamos esas filmaciones en donde Chávez, disfrazado con su camisa colorada, caminaba por las calles de Caracas y, a su paso, gritaba "exprópiese", mientras señalaba con el dedo una determinada propiedad. Pensábamos que eso no ocurría en un país teóricamente regido por la ley como era el nuestro.
La Constitución solo permite la expropiación en la Argentina cuando ésta la determina una ley del Congreso y cuando existe indemnización previa. Además nada puede ser expropiado por la sola voluntad de hacerlo, aun cuando el procedimiento sea la sanción de una ley, si esta no está debidamente justificada por la declaración de utilidad pública del bien.
Pero todas esas disposiciones han sido reducidas a la altura de una fábula por el imperio populista de un gobierno de facto.
Las risas por Chávez y la pena por los venezolanos se acabaron. La fuerza de la intolerancia ha golpeado nuestra puerta y la hemos dejado entrar. Solo Dios sabe cómo acabara esta impiadosa aventura.
Muy buena nota.
ReplyDeleteBolívar, cuando le cuestionaron su intención de hacer una Constitución que promulgaba un sistema político con presidente vitalicio, con una cámara de senadores hereditarios integrada por generales entre otras delicias, argumentó: “No será legal, pero es popular y por lo tanto propio de una república eminentemente democrática”. No me digan que no fue el inventor del populismo militarista letrinoamericano.
Y con respecto a la foto, prepará el siete que el ocho nos casamos.
DeleteSe debía a su pueblo.
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