Yo creo que no. Sencillamente porque es imposible amar a todo el mundo. No sé si a ustedes les pasa lo mismo. En mi caso, el amor - el de verdad, no el romántico o de telenovela - es un bien extremadamente escaso, reservado para mi esposa, hijos, padres, alguno que otro pariente y amigo y pará de contar.
Lo que se nota a la legua e inmediatamente viviendo en una sociedad como la quebeca/canadiense es que las relaciones interpersonales se dan con un nivel de respeto y consideración mutuo y, sobre todo, buena fe muchísimo más alto que en Argentina.
Qué sé yo, la cosa da para mucho. Podríamos hablar también del profundo apego de toda la vida a la violencia como método político, a vivir a todo lo que tenga que ver con el logro de consensos como una “transa”, con el placer de imponer a los demás, con un concepto de la riqueza como ecuación de suma cero en la que lo que yo gano lo pierde el de al lado.
Una vez leí por ahi una palabra que era algo asi como "afecto social" o "confianza social", al afecto que se profesan los ciudadanos de una comunidad que se ve en el trato que se tienen personas sin conocerse. Por ejemplo cuando en una sociedad civilizada con muy bajos o nulos índices de criminalidad, te acercas a una persona sola en la calle a horas de la noche para preguntar por una calle, la persone te escucha tranquilamente. Si lo haces en una sociedad crispada como la argentina probablemente la persona abordada se asuste o salga corriendo pensando que vas a robarle. Argentina está en este último ejemplo debido al alto índice de criminalidad permitido por la inacción del gobierno al respecto.
ReplyDeleteBueno, acá continuamente te cruzás con desconocidos y te saludan, y hace un ratito un señor salia más cargado que yo (que estaba por entrar con una caja) y me vio despues de haber largado la puerta, así que se disculpó. Es constante acá.
Delete