Estas cosas me suenan a final del relato, pero habrá que estar atentos porque no significan necesariamente el final del régimen. Por otra parte, es repetido el hecho de que las elecciones legislativas sean una válvula de escape que sirve para canalizar y aliviar a los disconformes con el gobierno, pero ya vimos que para las presidenciales esos mismos votantes patinan en su propia baba ante el primer peroncho que se les presente. Porque son los únicos que saben gobernar ¿vistesss?
Este asunto de los terroristas eliminados por el estado llamados luego desaparecidos forma parte del subconsciente colectivo, es decir que ya es cultura. Cuando se mueran estas crápulas aparecerán otro nuevos, llámense hijos, sobrinos, nietos, etc. Mientras reciban dinero del estado para financiar su desgracia permanecerán indefinidamente y seguro aparecerán en los libros de historia de primaria. Negocios son negocios.
Por fin. Por algo se empieza.
ReplyDeleteEsta Carlotto, ¿es como la Bonafini pero "menos peor"? La verdad que me pierdo en la marisma de corruptos que es el Estado.
ReplyDeleteLas dos son la peor propaganda contra los derechos humanos.
DeleteCarlotto es la Bonafini, mejor terminada...
DeleteEn todo caso, "era". Me parece que después del affaire de los hijos de Ernestina Herrera de Noble quedó bastante chamuscada...
DeleteEstas cosas me suenan a final del relato, pero habrá que estar atentos porque no significan necesariamente el final del régimen. Por otra parte, es repetido el hecho de que las elecciones legislativas sean una válvula de escape que sirve para canalizar y aliviar a los disconformes con el gobierno, pero ya vimos que para las presidenciales esos mismos votantes patinan en su propia baba ante el primer peroncho que se les presente. Porque son los únicos que saben gobernar ¿vistesss?
ReplyDeleteEste asunto de los terroristas eliminados por el estado llamados luego desaparecidos forma parte del subconsciente colectivo, es decir que ya es cultura.
ReplyDeleteCuando se mueran estas crápulas aparecerán otro nuevos, llámense hijos, sobrinos, nietos, etc.
Mientras reciban dinero del estado para financiar su desgracia permanecerán indefinidamente y seguro aparecerán en los libros de historia de primaria.
Negocios son negocios.