Y entierre definitivamente al movimientismo, que es absolutamente incompatible con una democracia republicana.
Lo ideal sería que se base en la alternancia en el poder de dos grandes partidos, agrupaciones, alianzas, frentes o lo que sea, de centro, uno más promercado y otro menos promercado. La corporación política debería ser lo suficientemente madura para que, para todos los fines prácticos, dé lo mismo que las elecciones las gane uno u otro.
Creo que no es pedir demasiado. Estamos hablando de un estado de cosas similar al que se da en países vecinos como Uruguay, Brasil y Chile, de cultura y nivel de desarrollo comparables.
Sigo creyendo que lo mejor para el país sería un sistema electoral uninominal por circunscripciones que, en el peor de los casos, se podría combinar con uno proporcional (de listas sábana) como el actual: una mitad del cuerpo colegiado elegido por circunscripciones y la otra por un sistema proporcional. De todos modos, lo ideal sería que cada provincia pueda elegir el sistema que más le convenga/venga en ganas para las elecciones locales.
Un argento de medio pelo contestaría: "Y qué? Ser iguales a los demás países lacayos de la región y renunciar a nuestro destino de grandeza como potencia regional? Nunca! No somos normales, somos the best of the best!!"
ReplyDeleteEn la década del 90, el objetivo era tener el nivel de desarrollo de España en esos años. El objetivo actual es algún día alcanzar a Chile. Dentro de unos años envidiarán a Paraguay.
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