A más de dos años de “gobierno” de Kirchner, y cuatro de Duhalde, parece que el periodismo serio de Argentina por fin se está dando cuenta de que la mierda es mierda, por más que te la quieran vender perfumada con esencia de vainilla y en un frasco de La Salamandra…:
Entre los factores que generan serias dudas sobre la estrategia gubernamental hacia el sector privado se incluyen el rechazo de la Argentina a negociar aumentos de tarifas de servicios públicos, sus intentos de usar mecanismos ajenos al mercado para evitar subas de precios, y "su reciente ataque" a inversiones extranjeras -en referencia a la petrolera Shell-. Finalmente el informe del IIF advierte que la Argentina "está menos dispuesta a comprometerse con reformas estructurales impopulares en un año de elecciones".
La imagen comunitaria que el populismo genera muchas veces se asienta sobre ideas antagónicas que legitiman eventualmente contenidos autoritarios. Imágenes como la lucha entre "nosotros" y "los otros" en un contexto de democracia ineficiente fertilizan el terreno para la confrontación. En este sentido, y como bien lo señaló hace poco Juan José Sebreli, "el culto totalitario del pueblo lleva sistemáticamente a la supresión de la diversidad, la multiplicidad, la heterogeneidad, la división, la variedad. De ahí que el populismo no sólo persiga al pluralismo político, sino también la libertad de pensamiento, de prensa, de reunión, de asociación, de tránsito, así como los aspectos más íntimos de la vida cotidiana".
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