De nuevo, no iba a escribir sobre este asunto, pero Rubén y Guillermo me tiran de la lengua.
Hace varios días que vengo leyendo sobre el castigo que recibió un oficial del ejército por unas cartas al director que publicó su esposa. No soy un experto en justicia militar, pero me parece que es todo un hallazgo argentino esto de pretender censurar a una señora castigando a su marido militar.
Que increíble, y como duele, que vuelvan a pasar estas cosas en el país, parece que no aprendemos. Esta película ya la vimos varias veces antes. Otra vez un gobierno peronista, o que se dice peronista, vuelve a las persecuciones y prohibiciones a los que no piensan como ellos.
Pensar que mucha de la gente que ahora no dice una palabra sobre esto se rajó puteando contra el gobierno toda la década del 90, muchas veces mintiendo a sabiendas de que lo que decían eran mentiras. Mientras lo hacían, se la pasaban denunciando la supuesta falta de libertad para opinar que había en esa época. Me gustaría saber dónde están ahora todos esos paladines de la libertad de expresión y de los derechos republicanos, pensar que muchos de ellos, supuestos periodistas, hasta publicaron libros sobre el tema.
¿Es posible que la vuelta al peor de los pasados sea tan total? No aprendemos más, nos debe gustar vivir así.
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