Dec 19, 2005

Debates a la Canadiense

Vengo siguiendo los debates por las elecciones de enero en Canadá. Por lo menos hasta que vienen los chicos y me piden ver los dibujitos o una película. Primero fue en francés y hace pocos días el primero en inglés. Algunos comentarios:

- Canadá es un país muy civilizado. Sinceramente creo que Argentina se podría beneficiar mucho con una cuota de civilización a la canadiense. Pero creo que todo tiene su límite. Por lo menos en los debates de este año, no hay espontaneidad. Los candidatos se limitan casi exclusivamente a las respuestas preparadas de antemano a las preguntas que suponían que les iban a hacer. Paul Martin, el actual primer ministro, tenía sobre su escritorio una carpeta que parecía una guía de teléfonos.

Si bien debo admitir que la preparación es un avance muy grande sobre el grado de improvisación al que estamos acostumbrados en Argentina, me parece que debería haber algo más de espontaneidad. No estaría de más jugarse por algo, decir algo fuera de programa.

- Relacionado con lo anterior, nadie se juega en ningún tema. Se nota que casi exclusivamente se limitan a decir lo que tienen preparado. Llega al punto en que todo se hace muy aburrido.

- Insisto, es saludable ver cómo se maneja un país con instituciones más sólidas que no tiene que recurrir al "líder carismático” para solucionar mágicamente los problemas. Pero creo que algo de liderazgo tiene que existir. No se nota, no hay carisma, no hay atractivo, no hay magia, no hay grandes propuestas de cambio, ni a favor ni en contra. Tal vez no hacen falta, pero estoy convencido de que la innovación siempre es necesaria.

- Los candidatos que debaten son cuatro: el líder del Partido Conservador, Stephen Harper, el líder del New Democratic Party (NDP), Jack Layton, el líder del Partido Liberal, el actual primer ministro Paul Martin y el líder del Bloc Québécois, Gilles Duceppe, la versión nacional del Parti Québécois.

Honestamente no entiendo qué hace Duceppe en el debate. Hasta donde sé, no tiene la menor posibilidad de llegar a primer ministro. Con todo respeto y salvando las distancias, sería como que el presidente del Movimiento Popular Neuquino participara en los debates presidenciales en Argentina (si los hubiera). Su partido no existe a nivel nacional. Me imagino que su participación en los debates es una concesión más del resto de Canadá a la provincia de Québec. Es surrealista escuchar en un debate para el primer puesto político del país a un señor que sostiene que básicamente ama mucho a Canadá pero no quiere ser parte del país. La razón de ser de este partido es la soberanía o independencia de la provincia. En fin, admito que son cuestiones demasiado complejas para mi mentalidad redneck argentina.

- Insisto con el mismo comentario, estoy convencido de que la capacidad de “compromise", como se dice en inglés, es fundamental en todo sistema democrático moderno. A tal punto que puede resultar la diferencia entre una democracia disfuncional, como la Argentina, y una que funciona, como la canadiense. Pero me pregunto hasta dónde se puede llevar el nivel de “compromise", ¿es posible consensuar absolutamente todo o hay límites?

Tal vez el nivel justo está en algún lugar entre la política de confrontación permanente que prevalece en países como Argentina y la búsqueda de consensos permanente para todos los temas de países como Canadá.

- Como le decía en un comentario a Diego Goldman, comparto la opinión de un grupo creciente de gente que considera que Canadá debería adoptar un sistema presidencialista al estilo de EEUU. La sensación que me da es que un sistema parlamentario tiene una fuerte tendencia a la no innovación, al “compromise”, al inmovilismo. Se favorece al status quo por sobre todas las cosas. Tal vez funcione en países que funcionan y que no tienen que realizar grandes cambios, pero me pregunto si en Argentina no convertirían en casi imposible cualquier reforma de envergadura.

2 comments:

  1. Todos puntos importantes e interesantes. Pero atención! Las reformas institucionales suelen ser "tomadas por asalto" por los progresistas. Así empezó, según el gran Edmund Burke, la Revolución francesa. Tal vez le convenga a los canadienses quedarse como están.

    ReplyDelete
  2. Que bueno!
    Si Canada adopta las reformas y se transforma en EEUU quizas pueda bajar varios puestos en los niveles de standard de vida!!!

    ReplyDelete

Note: Only a member of this blog may post a comment.