Thomas Sowell dice algunas verdades grandes como una casa sobre Irán y la posibilidad de que se haga de armas nucleares en un futuro cercano. Pobre, este autor no es lo que se dice un dechado de corrección política:
When you are boating on the Niagara River, there are signs marking the point at which you must go ashore or else you will be sucked over the falls. With Iran moving toward the development of nuclear weapons, we are getting dangerously close to that fatal point of no return on the world stage.
Yet there are few signs of alarm in our public discourse, whether among politicians, the media, or the intelligentsia. There is much more discussion of whether government anti-terrorism agents should be able to look at the records of books borrowed from public libraries.
The Iranian government itself is giving us the clearest evidence of what a nuclear Iran would mean, with its fanatical hate-filled declarations about wanting to wipe Israel off the face of the earth. But send not to know for whom the bell tolls. It tolls for thee.
No estoy seguro de que la analogía sea exacta, pero ¿cuántos millones de víctimas se habría evitado el mundo con una guerra preventiva contra Alemania, antes de 1939?
ReplyDeleteLa guerra nunca es deseable, así como dirimir las disputas a piñas, pero si alguien me está anticipando seriamente intención de romperme la cara, y todo parece indicar que quiere cumplir su deseo, no hay otra alternativa que hacerlo yo primero (también podría escapar, pero en el mundo, esa alternativa no es viable).
Comparto lo que dices, Julio. En lo personal, creo que la guerra es terrible, no hay guerras buenas. Pero muchas veces son inevitables y la alternativa es peor.
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