Jan 8, 2006

Todo Pipí Cucú

Debo admitir que me cuesta mucho entender el entusiasmo y la alegría de tanta gente por lo que está pasando en el país. No me refiero a un pobre tipo que mantiene a su familia con los pocos pesos que recibe de un plan social del gobierno. Lo llamativo es escuchar y leer lo que dicen los expertos, analistas y periodistas especializados. Sinceramente no entiendo. Aparentemente en Argentina menos es mejor que más.

Julio es un comentarista de lujo del blog. Como vive en el país y le interesan estos temas, le pedí que me diera su punto de vista. Me gustaría compartirlo con ustedes, espero que no le moleste que lo ponga en un post independiente:

En realidad, no estoy "en el tema". No soy economista, sino aficionado a la economía; quizás mi mayor mérito sea soportar hace 5 décadas los desaciertos de nuestros gobernantes. Te cuento una historia real. Un muchacho amigo mío (alias “Pototo” o “Virulo”), fiestero impenitente, gran bebedor, fumador y comedor de asados, descollaba como futbolista aficionado, y corría como si tuviera 20 años. Pese a sus excesos, era ágil, veloz y habilidoso. Le advertíamos que tenía que cuidarse, pero nunca lo hizo hasta que, como era previsible, murió en forma repentina. Venía bien, pero terminó mal.

No soy economista, pero Argentina es similar a Pototo (que probablemente, si viviera sería kirchnerista). Analicemos varias cosas: 1) El precio de los "commodities" no es un mérito del gobierno, y no sabemos cuánto durará. 2) La devaluación del dólar frente al euro no es un mérito del gobierno. 3) Las bajas tasas de interés internacionales no son un mérito del gobierno. 4) Duhalde hizo el "trabajo sucio" de licuar el gasto público en dólares, gracias a la megadevaluación, y además, tuvo la habilidad de conseguir que la opinión pública culpara a Menem de sus desgracias (ayudado por la Carrió, López Murphy, los periodistas, etcétera). En vez de las pequeñas reducciones de salarios nominales (creo que era un 10% para los empleados públicos) que la sociedad, el peronismo, el alfonsinismo, la izquierda y los medios de prensa rechazaron de De la Rúa, la gente aceptó una brutal reducción de los salarios reales, pues como la culpa de todo era de Menem, el gobierno quedaba exculpado. 4) Kirchner recibió un país con la inflación en baja (después de un shock inflacionario en el año 2002), con un dólar alto -es decir salarios bajos- pero decreciente, y a partir de la miseria, toda mejora fue magnificada. Si lees La Nación de hoy (Economía), los salarios reales siguen siendo menores que en el año 2001, pero mayores que en el 2002. Si se cuenta con una prensa adicta, se parte de lo profundo de un pozo, y en vez de comparar con la época en que se estaba fuera del pozo, se lo hace con el piso, todo parece maravilloso. Pero un crecimiento basado en los salarios bajos, las tasas de interés internacionales bajas y en los precios altos de los “commodities, ¿cuánto puede durar?

En el largo plazo, el crecimiento depende del aumento de capital –humano y no humano- del capital físico, del progreso tecnológico, y del “capital social”; todo eso posibilitado por la seguridad jurídica. ¿Qué ha mejorado?

Si vas a las estadísticas del INDEC (Stock de capital a precios constantes. Año base 1993), verás que capital físico, expresado como stock de equipos durables, es similar al de 1998 (después de 7 años, y midiéndolo en pesos, deflactados por un índice que no conozco). La única “inversión” que ha crecido es la construcción, que no tiene mucha relación con el crecimiento; es más el producto de un desplazamiento de las decisiones de inversión por las bajas tasas de interés, y la desconfianza provocada por el corralón, que hace que la gente no ahorre en dinero. No hay acumulación de capital.

¿Ha habido progreso tecnológico, de modo que mejore la relación capital-producto? No: el país está viviendo de las inversiones de los años 90, salvo el sector agrícola. Si el gobierno persiste en la política del dólar alto (más allá de que sea dudoso que pueda lograrlo en el mediano plazo) las importaciones de bienes de capital seguirán siendo caras, y la profundización del Mercosur es profundizar la brecha tecnológica con los países de avanzada.

¿Ha mejorado el “capital humano”? No: cada vez somos comparativamente más bestias, y la crisis educativa es una realidad que no niega ni el propio gobierno. Tampoco se superará con ideólogos marxistoides.

El “capital social” es algo intangible: las relaciones de confianza derivadas del cumplimiento regular de los contratos y de las obligaciones en general, que generan un clima propicio para las inversiones y disminuyen los costos de transacción. ¿Ha mejorado? Claramente no: una de las consecuencias del duhaldismo y del kirchnerismo, ha sido la exacerbación de la conflictividad social, el aumento del delito, el aliento al incumplimiento de las obligaciones y de los contratos, la desconfianza de todos contra todos, la persecución de los contendores ideológicos y de los empresarios que no son amigos o no chupan las medias al gobierno.

Caer en la casuística puede ser abrumador, pero a mi modesto entender, está claro que todo irá en peor en el mediano plazo. Los economistas que opinan a favor del gobierno, o son beneficiarios del actual esquema, o nunca atendieron a un empresario chico, perseguido por los fiscos nacional, provinciales y municipales. En un país en que se autoriza a los gobiernos provinciales a abrir cajas de seguridad (ver La Nación del 7-1-2005, sección Economía) de los “morosos” (definida la mora por los propios funcionarios del gobierno; muchas veces, son acreedores del Estado por considerables sumas), no hay seguridad jurídica, y sin seguridad jurídica no hay progreso económico (desde Adam Smith hasta Douglass North, lo dicen todos los que saben).

Los salarios reales bajos, dólar alto que permita retenciones a las exportaciones y superávit fiscal no pueden mantenerse en el largo plazo. Y si se mantienen, simplemente se perpetuará la pobreza, con pequeñas mejoras. Como el caso del pobre “Pototo”, estamos “bien” (mejor que en 2002) pero terminaremos mal.

7 comments:

  1. Excelente análisis, Julio. Comparto todos los puntos.

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  2. Hola:
    Buen analisis, lamentablemente es un sombrio panorama, ojala que estén equivocados

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  3. me encanto el "cada vez somos comparativamente mas bestias"

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  4. Me atormentó haber empleado como ejemplo a Pototo. Jamás podría haber sido kirchnerista, pues detestaba la maldad, la estupidez y la vulgaridad.
    Seguí jugando al fútbol entre las nubes, Pototo, y te pido perdón por haber utilizado tu figura.

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  5. Julio, muchas gracias por el comentario. Muy interesante y no le cambiaría una coma, firmo abajo. Es exactamente es mi punto de vista sobre lo que está pasando en el país. Gracias de nuevo.

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  6. De nada. Si coincido con vos, debo estar acertado. Seguimos conversando en Febrero.
    Saludos.

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  7. Gracias, Julio. ¿Te vas de vacaciones? que la pasen muy bien.

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