De Pablo, sobre la "Nueva Argentina", la "Argentina Monto", la de la Dignidad:
Nilda Garré y el Caso Mercado
El 8 de febrero, después de haber enviado una carta documento –por supuesto nunca respondida- y de haber perdido hasta la compostura propia de una señora, pude acceder a una entrevista con la Dra Nilda Garré. El Objetivo, denunciar personalmente al Jefe de Estado Mayor y a la Junta Superior de Calificación de Oficiales del Ejército Argentino, por un acto discriminatorio y violatorio de derechos consagrados en la Constitución Nacional.
Hasta ese momento, sabía quiénes habían sido los autores materiales del retiro de mi esposo, pero tenía serias dudas del origen intelectual de esta medida discriminatoria. Hoy, con mucha tristeza, debo aceptar que la señora Garré, una “progresista” de toda la vida, se ha alineado ideológicamente con el fundamentalismo machista más extremo. En última instancia, ella también acepta sumisamente que un hombre sea sancionado por los dichos de su mujer.
En la práctica, esta izquierdista de toda la vida, se ha suscripto a la tan denostada doctrina de seguridad preventiva aplicada por el “imperialismo norteamericano”. Los mismos fundamentos esgrimidos por los EEUU para invadir Irak, han sido aplaudidos por la ministro de defensa para defender la postura de la cúpula castrense.
“Su marido tendría que haber dejado claro ante sus superiores que no compartía las opiniones de su esposa”, fue el latiguillo permanente esgrimido para justificar lo injustificable. “Si nadie le preguntó, él igualmente tendría que haber expresado su rechazo por propia iniciativa”. En otras palabras, no sabemos cómo piensa su esposo, pero ante la duda, por prevención, lo eliminamos. ¿Tendrá este progresismo de izquierda alguna idea de lo que representa el principio de inocencia consagrado en la Constitución Nacional? Ante la duda, lo crucificamos… ¡Y se atreven a pontificar sobre derechos humanos!.
Pero esto no es lo más grave. Mi esposo ha sido eliminado del servicio activo porque se presume que piensa de determinada forma. ¿Y seguimos pensando que vivimos en libertad? ¿Existe algo más totalitario que esta mentalidad progresista?. Pero, ¿si pensara u opinara en forma similar a la mía? ¿Es esto acaso un delito? ¿Tienen los militares prohibido el ejercicio del pensamiento? ¿Es indispensable para formar parte de una Fuerza Armada el pensar en forma alineada con el gobierno de turno?. ¿Volverán los días de la afiliación obligatoria a un determinado partido para mantener la fuente laboral?.
Para terminar estas reflexiones, queda siempre la posibilidad de que los nervios no me hayan permitido comprender el mensaje transmitido por la señora Garré. De ser así le ruego a la ministro, que abiertamente, como lo hizo conmigo, transmita su pensamiento a todos los ciudadanos. El pueblo tiene derecho a saber de que se trata.
María Cecilia Pando
DNI: 18.470.203
Thoughtcrime
ReplyDeleteIn George Orwell's dystopian novel Nineteen Eighty-Four the government attempts to control not only the speech and actions, but also the thoughts of its subjects, labelling unapproved thoughts with the term thoughtcrime or, in Newspeak, "crimethink".
In the book, Winston Smith, the main character, writes in his diary:
Thoughtcrime does not entail death: thoughtcrime IS death.
He also makes remarks to the effect that "Thoughtcrime is the only crime that matters".