Insisto en que el grado de confusión en el que se maneja la Argentina post golpe es realmente preocupante. Mariano Grondona, por un lado, nos explica en su columna de hoy en La Nación que los problemas de Argentina se deben a que nunca se adoptó una política económica de estado, siempre oscilamos entre modelos “aperturistas” y modelos “proteccionistas".
Me llama la atención que este destacadísimo analista no repare en el hecho de que la política económica de estado que se adoptó como definitiva a partir de los 40 fue el modelo proteccionista: el tristemente célebre modelito de sustitución de importaciones sostenido con retenciones a las exportaciones de productos primarios de origen agropecuario. Esto es lo que venimos implementando a rajatabla, salvo breves periodos de mayor apertura relativa, más por necesidad que por virtud.
Por otro lado, Marianito parece seguir repitiendo el viejo texto desarrollista de manual de 7mo grado de la década del 50, según el cual los países son más o menos desarrollados de acuerdo a la participación de la producción industrial en sus productos brutos internos. No entiendo cómo puede ser posible que a esta altura del partido no nos demos cuenta de que en todos los países más o menos desarrollados el sector más dinámico de la economía, y el más grande como porcentaje, es el de servicios y es el que por lejos crea la mayor cantidad de puestos de trabajo.
Insisto con lo mismo, es grave que a estas cosas las sigan repitiendo millones de taxistas y demás gente común en Argentina. Pero es sinceramente desolador escucharlas de boca de alguien que debería ser capaz de levantar un poco más la cabeza y ver lo que pasa en el resto del mundo.
Nos quedamos estancados en el Kaiser Carabela, qué lindo coche, papá. En el resto del mundo, la gente se maneja con Acuras y Volvos, y están todos de acuerdo en que el Kaiser es un muy lindo auto, pero para un museo o un coleccionista excéntrico.
Si esas barbaridades dice Marianito, un hombre culto, en un medio que pretendidamente refleja la opinión del centro político, ¿qué podemos esperar del resto?
ReplyDelete