Mar 26, 2006

Sembrar y Cosechar

Hace unos meses les comentaba de Gustavo Tarchini y del Proyecto Changuitos en Santiago del Estero. Les dejo este artículo que escribió en El Liberal, creo que vale la pena:

Tomó estado público por los medios de prensa que un chico de 16 años pesa 17 kilogramos y estaba atado por su madre a un árbol. Un chico llega al Proyecto Changuitos a los 14 años y no tiene su Documento Nacional de Identidad, no sabe cuándo es su cumpleaños, nunca fue a la escuela.

Un chico bajo y panzoncito en situación de calle, golpea la puerta de una casa del centro y recibe una banana, la empieza a comer sin pelar, tiene seis añitos, se llama Jonatan, es la primera vez que tiene una fruta de ésas en sus manos, es una fruta cara, nadie le enseñó a comerla, nunca vio a nadie comer una, no tiene Animal Planet en su casa del barrio La Católica, su madre es analfabeta, su padre ni lo conoce. La tercera pareja de su madre no le dedica tiempo, no le queda mucho, busca changas todo el día, es analfabeto y sin DNI, no accede a planes sociales, está fuera del sistema.

3 comments:

  1. Para la izquierda, sería una muestra de la perversidad del sistema. Para mí, es una evidencia de los desastres del estatismo, que ha incrementado la pobreza hasta niveles inéditos -como en Cuba, como en Venezuela, como en Corea del Norte, como ocurrió con la hiperinflación en Perú bajo Alan García, la hiperinflación en Nicaragua bajo Daniel Ortega, la hiperinflación en Argentina bajo Alfonsín y Duhalde- gastando en lo que no tiene que gastar, y gastando mal en el cumplimiento de sus funciones primarias.
    Estoy seguro que, en Santiago del Estero como en el resto del país, el rubro educación debe ser importante con relación a los restantes conceptos (seguridad, administración de justicia, etc.). Pero lamentablemente se malgasta.
    El problema cultural, por otra parte -familias monoparentales, madres de baja educación, padres biológicos ocasionales, sin compromiso con la crianza de sus hijos- requiere años para ser solucionado. Lo seguro es que los planes Jefes y Jefas de Hogar, si bien solucionan problemas alimentarios del momento, si no se complementan con una política educativa acertada, contribuyen a perpetuar una cultura de la pobreza, la dependencia de la dádiva oficial, la falta de iniciativa y la despreocupación por el futuro de los hijos.
    El problema es complejo, y no se solucionaría en el corto plazo ni aunque Argentina, milagrosamente, comenzara a hacer las cosas con racionalidad. La pobreza extrema depende no sólo del modelo económico, sino de la política educativa e incluso de las características culturales de ciertas regiones, provincias y grupos humanos. En gran medida era la preocupación de Sarmiento y de Alberdi, y por eso insistían, desde distintos ángulos, en el aspecto educativo, y en la necesidad de poblar al país de inmigrantes.
    Mientras tanto, el Estado tendrá que buscar soluciones aunque sean coyunturales para la pobreza extrema, la de quienes están fuera del sistema económico. No de los "explotados", sino de los in-explotables e in-empleables.

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  2. Julio, tema muy complicado realmente. La pobreza en provincias como Santiago del Estero no es un tema nuevo. Existió siempre. Está mucho más ligado con cuestiones estructurales que con ciclos de la economía. Por supuesto, de más está decir que a partir de la devaluación de enero de 2002, la situación empeoró dramáticamente. A pesar de lo que sostienen los grandes prohombres de una enorme conciencia social, no da lo mismo 25% que 50% de la población por debajo de la línea de pobreza.

    En lo personal creo que la gente actúa racionalmente de acuerdo a los incentivos. El crecimiento económico es condición necesaria pero no suficiente en casos como estos. Si queremos cambiar estas conductas, es fundamental cambiar los incentivos.

    En este momento hay personas que cobrar hasta 4 o 5 planes sociales. Paradójicamente, eso les permite tener ingresos más altos que trabajando (es decir, produciendo algún bien o servicio por que haya demanda genuina).

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  3. Pregunta para Luis: a pesar de que la pobreza extrema no solo requiere del crecimiento de la economía para que disminuya, y sí de otros factores como la educación: ¿Es posible cambiar este escenario, pero no a corto plazo? Y a corto plazo, ¿Qué se puede hacer? Pregunto para saber.

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