Sergio Flores deja un comentario en el post con mi punto de vista sobre la inmigración. Creo que vale la pena, sobre todo en su comparación con la experiencia de Chile y Argentina (nota: para darle más fluidez al texto, me tomé la libertad de separarlo en párrafos):
Durante gran parte del siglo 20, Chile exportó habitantes a Argentina; tanto así, que tengo entendido que hubo más de medio millón de chilenos del otro lado de los Andes. Las diferencias económicas entre Chile y Argentina fueron grandes durante el pasado siglo, pero no gigantescas como la brecha que separa a México de Estados Unidos. En todo caso, era obvio que el país atlántico gozaba de un mejor nivel de vida que mi país y esta situación, que no cambió sino hasta hace muy poco, se sumaba a ciertas diferencias culturales propias de lo que distingue a cada pueblo.
Según lo que he leído, hay menos de 200 mil chilenos en Argentina ahora. Tal vez sean más, aunque dudo que muchos más, o pueden ser menos. El caso es que el medio millón parece ser la marca alta de este oleaje migratorio de Oeste a Este.
Lo que ocurrió es que por primera vez en más de cien años, el ingreso por habitante de Chile es bastante superior al de Argentina. Chile ha sido tradicionalmente un país más estable que Argentina, pero nunca había podido combinar su relativa estabilidad política, con prosperidad relativa que sintieran todos sus ciudadanos. La feliz coincidencia de elementos propicios, políticas adecuadas y gente por lo general capaz de ejercer sus labores honesta y eficientemente, le han rendido frutos a mi país, que ya no se halla entre los países exportadores de personas, aunque sí de salmones.
Todo este largo preámbulo para, a través de un ejemplo que nos toca a todos, decir que concuerdo con lo expresado por Luis. Barreras van a existir siempre y el predicar libertad absoluta de movimiento y asentamiento es poco serio.
Chile, que se jacta (con algo de razón) de ser un país en verdad serio, un buen día decidió que exportar trabajadores a Argentina, depender absolutamente del cobre, y culpar a los gringos o a España o a los incas de nuestra triste realidad NO era la solución a nuestros problemas. Si hay trabas a ciertas exportaciones, los países pobres deben encontrar otras exportaciones que no tengan trabas. Sentarse a esperar que los ricos les den el bienestar los va a dejar igual o peor de pobres que hoy.
Eso va por toda Latinoamérica, pero principalmente por México (tierra de mi mujer) y los mexicanos, quienes no protestan en su nación por las injusticias diarias y el obsceno espectáculo de un país riquísimo sumido en la más abyecta pobreza, donde cientos de miles cada año prefieren arriesgarse a morir en el desierto, que seguir viviendo en México.
Ese México lindo y querido que aman tanto los mexicanos con sus banderas en Los Ángeles, esa raza por la que protestan en Texas, es al que no quieren volver ni a palos a vivir, sólo de turistas. Y el cambio que pudieron haber implementado en su país se lo dejan a otros, se van "al Norte" y acá protestan llenos de vigor por "sus derechos." No es un tema sencillo, como dice Luis, pero me gustaría escuchar y leer más honestidad.
Creo que todavía hay más chilenos en Argentina que viceversa. Reason? Simple...
ReplyDeleteGDP (ppp) Chile: $12,727 (59th)
GDP (ppp) Argentina: $14,087 (52nd)
Como decía un artículo de un norteamericano comparando la economía norteamericana con la de UE: "We are still richer than you".
Mn no menah...Mn no menah
http://www.youtube.com/watch?v=-m2J_SqSdAk&search=bush%20cartoon
Rama acá no digo quien es mas lindo, feo, cosmopolita o lo que sea. Si seguís las noticias citadinas habrás notado que no son exactamente ciudadanos argentinos esclavizados en talleres de Bolivia de los que nos enteramos.
ReplyDeleteEl pbi ajustado por ppp argentino es mayor al chileno. ¿Qué quiere decir eso? Que los argentinos son más ricos. Nada más.
Con respecto a lo comentado por Marcos Ktulu, algunas aclaraciones:
ReplyDeleteNo escribí, ni impliqué, que hubiera más argentinos en Chile; sólo me limité a señalar que el número de chilenos en Argentina había bajado bruscamente de un alto histórico de medio millón, al actual que ronda los 200 mil.
En lo de la renta per cápita, debo reconocer que la insuperable diferencia de $1,360 (unos $200 al año en dinero real, o $17 al mes eliminando el PPP), me fuerza a corregir lo que escribí con respecto a ambos países: el ingreso chileno es mayor que el argentino en cálculo de mercado, algo así como importaciones más exportaciones más el comercio interno, que nos da una idea verdadera de la economía a tratar. El PPP infla tanto los ingresos de los países pobres, que lo considero de uso muy limitado. En todo caso, si Marcos se siente mejor mirando esas estadísticas, le puedo decir que Argentina califica primera en Latinoamérica en Desarrollo Humano, según la Naciones Unidas. Claro que el estudio es del año 2000, publicado en el 2005, pero ese es un detalle, como el que las estadísticas del PPP argentino no han variado mucho y jamás bajaron de los 11 mil dólares al año, desde 1999. La debacle financiera, el 50% de pobres, todo eso no existe a la hora de publicar que el PPP de Argentina es "grande." Hace unos meses escribí, creo que en este blog, que un buen día el gobierno argentino actual iba a utilizar estas estadísticas fantásticas (¡$14,000 per cápita! ¡El mejor desarrollo humano!) como prueba de que Argentina arrasaba de nuevo. Me equivoqué; no fue el gobierno.
No fue mi intención originar un "quién la tiene más grande" con lectores y/o bloguistas. Pienso que el análisis fue mesurado y apoyado por datos sólidos. Marcos escribe que "los argentinos son más ricos" que los chilenos. Fueron, sí. ¿Son? No. ¿Se pueden recuperar o Chile caer? Por supuesto. Pero citar una diferencia de $1,360 en PPP y decir "somos más ricos" me recuerda esa canción que va más o menos "el río más ancho, la calle más larga, las minas más lindas..." ¡Me encanta esa canción! Después de todo, el PPP hace que India tenga una economía tan grande como la de Japón, que Turquía una como la de Australia, y que México rebase a Canadá. Probablemente Marcos estudia economía, o estadística. Como dicen por acá en California: "Whatever floats your boat, dude." :)
http://lacienciamaldita.blogspot.com/2006/02/enough-is-enough.html
ReplyDeleteMarcos, Seamos serios, no puedes citar un propagandista de Kirchner como autoridad para opinar sobre estas cosas.
ReplyDeleteAl menos esto me hace reir. Marcos, citas como base de datos un blog que alega que el "verdadero" medidor de un país es es PPP. Te tengo una historia:
ReplyDeleteKutucu tiene una fábrica de latas en Zambia, en la ciudad más grande, cerca del camino principal. Su fábrica hace mil latas al año. El Banco mundial y The Economist quieren avaluar su fábrica como parte del PIB de Zambia. Hay una fábrica de latas aquí en California, cerca de la autopista 57 en Anaheim, que produce un millón de latas al año, avaluada en (digamos) 10 millones de dólares. El resultado para Kutucu es que tras simple aritmética, su fábrica es avaluada en 10 mil dólares, pero como la vida "es más barata" en Zambia, multiplicamos ese resultado por diez, y nos queda un valor de 100 mil dólares. Hacemos eso con toda Zambia y pronto, en PPP, se parece a Nueva Zelandia. Si el ejemplo te parece simplista, es porque el concepto de Paridad de Poder Adquisitivo es simplista. La gran razón por la que el (inflado) ingreso por habitante, al PPP, de Chile es inferior al de Argentina (y ni mucho, ¿verdad?), es porque Chile está en mayor y mejor sintonía con la economía mundial. Los bizantinos y retorcidos caminos politico/económicos de Argentina, que hacen de su economía un misterio difícil de dilucidar (parecida a la de Zambia a veces), casi no existen en Chile. La única vara de medición que yo considero válida es la del mercado. Según el mercado, la renta per cápita chilena era de $7,800 en 2004 (The Economist: The World in 2006). Si tú realmente sientes, o crees que, en promedio, los argentinos ganan 1,160 dólares al mes, que a pesar de todo lo ocurrido el ingreso por habitante no es tan inferior al de Portugal o Israel, entonces no estamos hablando de economía, ni siquiera de racionalidad, si no de fe, y yo trato de no discutir de religión con nadie. Algo me queda claro: si gente joven e inteligente en Argentina, como tú, o aquellos a cargo del blog que citaste en respuesta al PPP, se creen este cuento de los 14 mil por año, como generaciones anteriores se creyeron otros cuentos (la Argentina potencia, nos roban nuestros científicos, se roban nuestra agua), entonces no es tan difícil entender cómo fue posible que un país grande y rico, con una población relativamente bien educada, pudiera empecinarse en el subdesarrollo. Ignorar aquello que no nos conviene y seleccionar sólo lo que nos retrata favorablemente, es una manera muy pobre de practicar la economía y da, como resultados, países como Zambia, o Argentina.
A Luis: gracias por poner mi comentario en encabezado. No sé por qué mi primera respuesta a Marcos aparece dos veces (¿el PPP en acción, tal vez?). Fui al blog de Marcos y parece que él sí estudia economía. Esto explica mucho acerca de la situación actual de Argentina y Chile: si hay dos tipos de ciudadanos que el flaco país ha producido en calidad y cantidad en los últimos 30 años, son ingenieros en economía y empresarios que no le tienen miedo a competir con y en el mundo. Insisto que esto no es para ver quién la tiene más grande (la economía, claro). Aunque los dos países exportan lo mismo en dólares (unos 41 mil millones de dólares en 2005), Argentina tiene cerca de cuarenta millones de habitantes, y Chile sólo 16 millones, lo que redunda en un a economía argentina más grande (200 mil millones) que la chilena. Pero el punto principal del comentario original permancece: ya no hay tantos chilenos en Argentina porque la economía argentina bajó mucho, y la chilena, en términos per cápita, la superó hace unos años. Como chileno les puedo decir que es casi imposible sacar a un país adelante con la mitad de su población bajo la línea de la pobreza. Chile ha tenido mucha y larga experiencia con ese tipo de cosas. La situación actual, con un 15% de pobres y recibiendo inmigrantes en vez de exportar gente, es atípica.
Por supuesto que el ppp no dice que un país se gana 15.000 dólares, sino "como si" se ganara 15.000. El calculo contempla, de manera imperfecta claro está, los precios internos. Creo que el esfuerzo es interesante porque no todos los bienes y servicios se acomodan directamente al tipo de cambio, tal como si la fluctuación en el dolar se reflejara en el precio de éstos.
ReplyDeleteCuando sostengo que el BicMac en Argentina es más barato, se entiende que no estoy negando que Chile tenga menos pobreza y desempleo, ni que sea el país mejor encaminado hacia el desarrollo en sudamérica hoy (y desde hace décadas). Pero así como hay un fenónemo Chile, hay un fenómeno Argentina, de un país en decadencia hace 60 años con muchísimas crisis, corrupto hasta la médula, que no obstante tiene uno de los mejores niveles de vida del continente, cuando hizo todo para ser africano. Es un "logro" modesto, pero como se explica en este país dirigista y semicerrado? Bueno, creo que tenemos ventajas comparativas (nunca aprovechadas del todo) por las que un pobre aquí no tiene tan mal vivir como el de Somalía. Somos un país agrícola, no muy poblado, que vive de su tierra esperando la cosecha y monta alrededor suyo toda una estructura de servicios. Nuestra economía no es mucho mas compleja que eso.
Este panorama de Argentina exportador de materias primas es el que rescata el economista del blog que puse. Y quizás en un futuro nos sea más grato aún. Mismo Chile.
Marcos, Creo que nadie discute que Argentina fue tradicionalmente un país muy rico, mucho más rico que el resto de la región. Cuando hablo de riqueza me refiero a la gente, no a los recursos naturales. Argentina fue el primer país de habla hispana en entrar a la modernidad. Tradicionalmente, contamos con una población educada, bien alimentada, dinámica, homogénea en cuanto a identidad cultural, que se enriqueció con las corrientes inmigratorias, etc. En ese sentido no me canso de hacer paralelismos con países como EEUU y Canadá.
ReplyDeletePero lamentablemente el problema es otro. Cada vez nos queda menos de todo lo anterior, las ventajas desaparecen. Hace 40 años una discusión como esta hubiera causado risa, ni se nos hubiera ocurrido comparar a Argentina con Corea o Taiwán. Y lo digo con el mayor de los respetos y admiración por esos países. La comparación la hago para demostrar la caída de nuestro país, no para desmerecer sus logros.
En 1998, el objetivo de máxima declarado del gobierno era llegar al bicentenario de la Revolución de Mayo con un PBI per cápita similar al de España en esos años. En este momento, según los cálculos del propio gobierno, con mucha suerte y creciendo a 7% anual sin interrupciones, el objetivo es llegar al bicentenario con el PBI per cápita de la Argentina de 1998. Lo que es peor, ya ni siquiera admitimos que somos pobres. Ahora tenemos el PPP, fierita. Si todo esto no encaja dentro de la definición de libro de texto de “patético”, sinceramente no sé qué es.
Marcos, ahora te doy toda la razón, porque lo que dices de Argentina es cierto y es una paradoja que tal vez sólo se explica con lo de "las joyas de la abuela." Los herederos de la riqueza que crearon los abuelos se farrearon la finca, la casa, las vacas, el tractor, todo, y sólo les quedaron la joyas de la abuela. Esta abuela argentina tenía tremendas y caras joyas, lo que le permitió a los herederos despilfarradores darse una buena vida, especialmente si se los comparaba con los mediocres del barrio: todos ricos en potencia, pero pésimamente administrados y sin joyas caras de las que echar mano. Por 60 años, las joyas de la abuela argentina le han dado buen comer y más o menos buen vivir a los herederos. Hasta que se fue el último anillo. Sí es paradójico que, haciendo todo lo posible por fallar, Argentina se haya mantenido a flote mejor que sus vecinos por tanto tiempo. Pero eso se debe, más que nada, al paupérrimo desempeño comparativo de los vecinos (todos, no sólo los del oeste), y al enorme joyero que acumuló la abuela por cinco extraordinarias décadas, hasta 1930. Lo que me asustó de tu comentario fue lo que yo interpreté, tal vez erróneamente, como complacencia o, incluso, triunfalismo: somos aún más ricos porque este índice lo señala, o porque el PPP me lo cuenta. No era porque tienen más médicos, o porque se hace más investigación científica, o porque se consumen más calorías, sino sólo porque los mismos que me dijeron lo fabuloso que estaba mi país justo antes de la debacle, me lo repiten hoy.
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