Apr 13, 2006

La nueva vieja Argentina del dirigismo estatista tiene como uno de sus principales objetivos destruir todo lo que se hizo durante los odiados 90. La vuelta al pasado no está completa si no se recicla, desde lo peor de nuestra historia, esperpentos como este: la vuelta de complejo industrial del militarismo nacionalista.

Insisto, vuelve el estado empresario, vuelve la discrecionalidad, se multiplican exponencialmente las oportunidades de corrupción.

20 comments:

  1. Luis, entiendo lo que para vos significa el retorno de la industria militar nacional. Si bien soy liberal, hay UN SOLO RUBRO en donde sí podría aceptar la presencia de empresas públicas del Estado: la industria militar.
    En mi opinión, la demanda de armamento por parte de cualquiera de las tres armas no es algo que se efectúe todos los días, a diferencia de los productos básicos que consumimos a diario (tales como leche, pan, carne, azúcar, etc.), además de existir en esta área un solo comprador: el Estado.
    Pero también hay algo que destacar: en caso de una guerra contra un país extranjero, cualquier país debe contar con suministros necesarios para afrontar esa guerra, dado que naciones extranjeras, para no quedar pegadas a esa eventual guerra, cortarán el suministro de material bélico (tal como nos pasó con Francia y los Exocet durante la Guerra de Malvinas).
    Donde estoy de acuerdo es en elaborar de una buena vez un proyecto de Ley de Producción para la Defensa, que hace años que está demorado. Creo yo que con esta ley, a diferencia de la que se presenta ahora en el Congreso, se podría crear una industria competitiva de fabricación de armamento.
    Y para fundamentar lo que te dije antes, Luis, sin ánimo de ofensa alguno para con vos, esto es lo que decía Néstor Cruces, especialista en temas de defensa, sobre las industrias militares estatales:

    "Las fábricas militares estatales son una categoría ampliamente difundida en el Primer Mundo. Incluso en Estados Unidos, y contrariamente a la creencia general, el Ejército mantiene bajo su dependencia directa veinticinco fábricas de armas y municiones que las producen para todas las Fuerzas Armadas."

    "Tener una industria militar propia permite realizar, también en este campo, integraciones regionales o dentro del Mercosur con objetivos de ampliación de mercado, eficiencia y especialización. Chile, por ejemplo, mantiene su importante industria estatal, Famae, además de empresas privadas, operando en nichos interesantes del mercado. Brasil tiene una significativa industria bélica estatal, Imbel, y también varias empresas privadas trabajando coordinadamente."

    Este es el link, aunque el artículo sea del año 2000:

    http://buscador.lanacion.com.ar/Nota.asp?nota_id=26284&high=Famae&aplicacion_id=4

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  2. Hola Luis...
    ¿Has leido la editorial de La Nación de hoy y su opinión sobre la función del Congreso?

    Felices Pascuas

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  3. Jorge, sí, lo vi, un horror. Justo ayer posteaba algo relacionado. Pero a nadie se le mueve un pelo.

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  4. Jorge, BTW, agregué tu blog a a los links, gracias!

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  5. Andrés, muchas gracias por el comentario y por el artículo. Estas cosas no me molestan para nada, al contrario, creo que es muy interesante intercambiar puntos de vista (sobre todo sin insultos y sin caer en las chicanas de izquierda de siempre).
    Esto está relacionado con lo que hablábamos la vez pasada de los recursos escasos y la necesidad de ser lo más eficientes posibles en su uso. Las hipótesis de conflictos a gran escala de un país como Argentina son escasas o nulas. Hasta fines de los 70 y principios de los 80, muchos especialistas manejaban hipótesis de conflictos con Chile y Brasil, pero creo que todos estamos de acuerdo en que ya no son realistas. A menos que en relación a Uruguay decidamos una salida militar por el tema de las plantas de celulosa.
    Lo que nos queda es la posibilidad de algún conflicto de baja intensidad, la tarea disuasiva que cumplen las fuerzas armadas en países como Argentina y el despliegue de fuerzas argentinas en alguna misión, de paz o no, fuera de nuestro territorio (Kosovo, Creta, primera Guerra del Golfo, etc.).
    En ese contexto un escenario como el que planteas es muy poco probable y por lo tanto no tiene sentido el mantenimiento de una infraestructura de producción de armamento local. Es mucho más eficiente desde todo punto de vista usar esos recursos para aprovechar la tecnología disponible en los mercados internacionales y mantener nuestras fuerzas armadas con el mejor y más moderno equipamiento que podemos comprar de acuerdo a nuestros ingresos.
    Esto no quiere decir que esté en contra de la industria de armamentos. Si a una empresa privada le resulta rentable fabricar en el país alguna de las armas livianas, vehículos u otro equipamiento que usan las fuerzas armadas o de seguridad, bienvenido sea. Pero me parece un error quedar atados tecnológicamente a material obsoleto por el sólo hecho de decir que las arman en el país.
    Sobran ejemplos recientes de mal uso de recursos, como el “nuevo” tanque y el “nuevo” vehiculo todo terreno argentino, anunciados con bombos y platillos por el gobierno. Por el mismo precio, o un poco más, podríamos haber accedido a material mucho más moderno y confiable.

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  6. Luis
    La verdad es que este es un tema más que interesante.

    Estoy de acuerdo contigo, sobre que Argentina no debe esperar tener una hipótesis de conflicto a gran escala, como lo era contra Chile o Brasil.

    En realidad, todos los ejércitos del mundo -EEUU incluídos- hace tiempo que están reestructurando sus fuerzas, para adquirir un rápido despliegue y movilidad. Revistas especializadas del tema, hasta ya dicen que el tanque de batalla, tal como lo conocemos está en vías de extinguirse, como los viejos dinosaurios. Los combates entre tanques, como Tormenta del Desierto, no tienen cabida en las mesas de juegos estratégicas de guerra.

    Diferente, es la situación con los navíos de guerra, porque el rol que éstos tienen, aún son vigentes en los planes del futuro.

    Entonces, que hacemos con la idustria militar de nuestro país?

    Debemos tener muciones propias. Existen stock de munición de combate que debe renovarse por vencimiento de la póvora, que el tiempo la hace inestable y peligrosa. Este es un punto muy importante y que nos impide depender de terceros.

    En cuanto al armamento liviano y pesado de uso de la tropa, existen licencias que tenemos y usamos, como así también de diseño propio y reconocido a nivel mundial. Al menos era, no se como estará ahora.
    Esto también debemos seguirlo.

    Sigo...

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  7. Continúo

    Ahora bien. Desarrollar una industria militar tipo TAM Tanque Argentino Mediano es un fracaso. Porque para que esta industria sea rentable se necesita producir y cubrir los costos de diseño e investigación. En ese sentido, el volumen de ventas a nuestro Ejército no lo justifica. Pero si pensamos en exportar, debemos tener mercado. Contra quién competimos? Otro fracaso.

    Lo mismo sucedió con el Astillero Domec García, donde se iban a construir submarinos y repararlos. El costo de instalación fue faraónico y solo pudo pagarse porque se hizo en un gobierno militar. Resultado, otro fracaso. Por supuesto que K quiso hacer política habilitándolo de nuevo. Otro nuevo fracaso.

    La Fuerza Aérea no quiso quedarse atrás y también tuvo lo suyo: el Pucará. Sacando la propaganda barata que se hizo a costa de los muertos en Malvinas, este avión no pudo competir con lo que hicron los brasileros.

    Sigo

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  8. Luis tuve problemas con mi última entrega

    Por favor avisame si no salió

    Gracias

    Pablo

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  9. Pablo, Creo que salieron todos tus comentarios, muchas gracias. No soy un experto en el tema, pero en los 90, como parte de la reestructuración de las Fuerzas Armadas, se adoptó el objetivo de obtener mayor movilidad y capacidad de despliegue. Las fuerzas armadas argentinas debían ser capaces de colocan un cierto numero de efectivos totalmente equipados en cualquier punto del país en un plazo no superior a 24 o 48 horas. No me acuerdo bien del número, pero creo que eran 5000.

    Se había empezado a trabajar en ese sentido, comprando material como aviones y helicópteros de transporte. La última operación que quedó en la nada por desidia de la administración de la Rúa fue la adquisición de unos 10 – 12 helicópteros de ataque Cobra, ex US Marines, que iban a servir de escolta.

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  10. Luis, en este link: http://www.mindef.gov.ar/secciones/revision/insercion.htm figura como proyectos pendientes en materia de defensa una Ley de Producción para la Defensa. No sé cual será tu opinión al respecto de esa ley, aunque tampoco yo soy experto en temas de defensa.

    Pero considero que esa ley es importante para que en la producción para la defensa intervengan más actores privados y que, entre otras cosas, no se concedan privilegios a Fabricaciones Militares.

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  11. Luis, me quedó colgado el último comentario.

    En él te decía (ahora tengo que hacer un poco de memoria) mas o menos lo siguiente.

    Teniendo en cuenta los fracasos de nuestra "industria" militar, tenemos que pensar, como se dijo, si en algunos casos no conviene más, comprar afuera porque ahorraríamos mucho dinero y tendríamos equipamiento ya probado y utilizado.

    Pero hay un tema que debe primar sobre la industria militar y es saber para qué queremos las FFAA y cual va a ser su rol en las décadas venideras.
    Mientras tanto, no será conveniente equiparlas hoy con los repuestos necesarios para que los aviones puedan volar, los barcos navegar y los tanques moverse?
    O quizá, no sería impensado también mejorar los sueldos de sus integrantes antes de mover una tuerca?

    Yo no he visto el proyecto de Ley, pero las experiencias pasadas deberían servir para algo, sino, simplemente será otro buen negocio para algunos pocos.

    Un abrazo

    Pablo

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  12. He leido tu comentario y el último de Andrés.

    Tampoco soy experto, pero algo he leído y participado en estos temas.

    De nada sirve planificar a largo plazo si no se mantiene una política contínua y coherente, como por ejemplo hace Chile.

    Se fijaron un plan a 20/30 años y lo cumplen.

    Nosotros en cambio, lo fijamos pero no lo cumplimos y lo que es peor, no mantenemos lo que tenemos, entonces todo se degrada y cuando haga falta utilizar los medios no los tendremos y lo que es peor, no habrá gente adiestrada.

    Porque lo principal es la gente. El equipamiento puede comprarse rápidamente, pero que los usuarios sepan volar, navegar o conducir/disparar es otra cosa, y requiere mucho tiempo y esfuerzo.

    Lo importante no es llegar en 24 o 48 hs, sino llegar, desplegarse y combatir.

    En cuanto a la participación privada en la Industria Militar, creo que es clave. Como ejemplo valen EEUU, Gran Bretaña y Francia.

    Gracias y que sigan los éxitos

    Pablo

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  13. Luis, mis disculpas por lo cargoso, pero acabo de leer el comentario de Martin Juno.

    Supongo que los habrás publicado para iniciar un intercambio dialéctico de disparos (ya que estamos hablando de industria militar)

    Al respecto quiero decir que comparto 100% lo que dice Martín. Las Fuerzas Armadas Argentinas tienen que desaparecer. Y además las del resto de los países. Pero, por las dudas, que empiecen primero nuestros vecinos.

    Creo que ya comenté en algún momento algo similar, ante una afirmación semejante.

    Las utopías, deseos y sueños, son simplemente eso y ahí deben quedar.

    Las Fuerzas Armadas tienen un rol importante en todo país civilizado. En los del tercer mundo, como el nuestro, ejercen un poder disuasorio fundamental para evitar nuevos conflictos armados.

    "Marcan" el territorio y permanecen alertas para entrar en acción. También contribuyen a la paz interior, colaborando en catástrofes naturales o simplemente con el entorno local. No olvidemos que, en nuestro caso, ayudaron a establecer la bandera Argentina en lugares remotos de nuestro país.

    No se que sucede en otras Fuerzas, pero en la Armada, cada unidad o destino tiene apadrinada una escuela, a la que le proveen materiales, ropa, útiles, comida y posibilidad de viajar a algunos sitios del país. Esto no se publica, pero forma parte de una relación estrecha de muchos años entre la sociedad y la Marina.

    El problema de la falta o no de capacidad bélica la definen los políticos. Como así también su Misión y rol.

    Es evidente que si no las proveemos de armas, repuestos, presupuesto, gente, etc, etc, es poco lo que podrán hacer.

    Justamente, en mi comentario anterior decía algo al respecto.

    Por suerte para mi país, hay mucha más gente que no piensa como Martín.

    Gracias Luis

    Pablo

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  14. Pablo, gracias por tu comentario. No sos cargoso para nada, ya sabes que esta es tu casa. Es más, espero la vuelta de tus posts ASAP.

    Hoy me llegó el aviso por mail del comentario de Martín, lo único que hice fue aceptarlo. Ya la vez pasada aclaré mi postura sobre este tema para su beneficio.

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  15. Meto mi cuchara. Tal vez el punto de vista del otro lado de Los Andes (vía California) aporte algo más que ruido. La idea de que las fuerzas armadas argentinas fueran abolidas (como en Costa Rica) no me parece factible y ni siquiera deseable: Argentina desprovista de militares, sin fuerza disuasiva creíble, significaría inestabilidad a nivel sudamericano. Dado el temperamento argentino, alguien entraría a reemplazar a los militares y llenar el vacío creado: piqueteros, aprovechados, delincuentes, o todos los anteriores. A Costa Rica le funcionó porque contó y cuenta con el explícito apoyo estadounidense. Todo el mundo sabe que atacar a Costa Rica es echarse encima a Estados Unidos. Ni los nicaragüenses, en su momento más cubano, invadieron formalmente.

    En cuanto a la fabricación de armas, pienso que lo que más le convendría a Argentina sería asociarse con empresas de reconocido prestigio internacional y fabricar ciertos componentes localmente. Se adquiere el conociemiento y la práctica en sistemas sofisticados, y no se arriesga el capital de los contribuyentes en elefantes blancos subfinanciados, de escaso aporte tecnológico, que sólo le acarician el ego a algunos militares y a quienes se obsesionan por lo Made in locally. Si países muchísimo más avanzados que los nuestros, como Suecia, Israel, y Corea, comprendieron a fuerza de fracasos que no se puede ir solo en tecnología, sobre todo en lo militar, ¿por qué no Argentina? Una economía de 200 mil millones de dólares (similar a la de Suecia) en una renta per cápita real de casi cinco mil al año, no puede tolerar fabricaciones militares autóctonas, competitivas, y estatales. Dos de tres, pero no todas.

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  16. Sergio, 100% de acuerdo con tu punto de vista.

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  17. For the record, si les interesa conocer mi punto de vista sobre las fuerzas armadas en Argentina, lo pueden leer en los comentarios de este post.

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  18. Sobre el astillero Domecq García, tengo entendido que se lo construyó para que allí se construyeran los submarinos TR-1700 de origen alemán que Argentina adquirió. Y para ello, Thyssen, la empresa a la cual se pidieron los submarinos, realizó transferencia de tecnología. Por lo tanto, no creo que ese astillero se haya creado para construir desde cero submarinos 100% de diseño argentinos.

    Pero tengo entendido que Domecq García se cerró en la primera presidencia de Menem por presión de EE.UU., dada la política de "relaciones carnales"; con esto también se paralizó la construcción de los submarinos que faltaban terminar. Y justamente, el arma submarina de cualquier armada resulta de vital importancia para un país, si bien no pretendo que Argentina tenga supersubmarinos nucleares.

    Aunque no se si coincidirán conmigo, me pareció positiva en cierto punto la decisión de reabrir el astillero Domecq García para eventualmente terminar los submarinos a medio construir. Pero también pienso que esa reapertura es más bien un acto de politiquería barata.

    Corríjanme si estuve errado con lo que escribí.

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  19. Andrés, si no me equivoco los astilleros Domecq García estaban inactivos desde hacía años. Creo que nunca llegaron a funcionar a pleno. Fue parte del delirio nacionalista del último gobierno militar, que en un momento soñaba con la botadura de un submarino nuclear propio. Lo que se hizo en los 90 fue sincerar la situación y terminar de liquidar la empresa.

    Creo que es distinto el caso de AFNE, en Río Santiago, donde se armaron las corbetas Meko 140 en el marco de un acuerdo con Blohm & Voss de Alemania. Durante los 90 se decidió terminar las dos que estaban en construcción. La Robinson fue puesta en servicio, no sé qué pasó con la Gómez Roca. En lo personal, me pareció una decisión correcta. El diseño modular de estas naves las hace muy versátiles y costo efectivas para una armada como la nuestra.

    Volvemos a lo mismo de antes, ¿tiene sentido que el estado argentino tenga astilleros militares? Yo creo que no. Creo que es más costo efectivo comprar este material en el exterior y asegurarnos de acceder a la tecnología más moderna y probada de acuerdo a nuestro presupuesto.

    Pero como dije antes, si a algún astillero privado le resulta rentable comprar licencias o desarrollar alguna propia y fabricar en el país este material, bienvenido sea.

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