Hoy veo en lo de Jorge Por la Libertad una interesante columna de Guy Sorman en La Nación de hoy. El pensador liberal francés sostiene la hipótesis de que el verdadero peligro para la región no es la izquierda de Lula o Bachelet, sino el populismo de Chávez y Morales.
En lo personal, si bien es cierto que es necesario simplificar para categorizar, no pondría exactamente en la misma bolsa a un Lula y a un presidente de Chile. Los modelos de país de Brasil y Chile son diametralmente opuestos y los resultados están a la vista. A pesar de que cuenta con muchos fanáticos entre los argentinos, el modelo de Brasil es el clásico tercermundista, mercantilismo industrialista, con una enorme concentración de la riqueza y masas de indigentes. El modelo de Chile es el que permitió a países tan disímiles como Irlanda, España o Corea empezar a transitar el camino del desarrollo. Creo que no debemos confundirnos. No da lo mismo uno u otro y los resultados que vamos a obtener van a ser muy distintos.
Según esta columna, Guy Sorman pone énfasis en la distribución de la riqueza por sobre la generación. O por lo menos sostiene que, en regiones con una enorme desigualdad como la nuestra, ambos procesos son igual de importantes. Tal vez sea un error en la traducción o una licencia literaria, pero leyendo el texto está muy claro que lo que el autor propone está mucho más relacionado con facilitar la creación de riqueza por parte de los sectores fuera del sistema que con el distribucionismo clásico.
En fin, vale la pena leerlo, creo yo:
Estoy en San Pablo. Una asamblea de empresarios y universitarios escucha, perpleja, mi explicación de que a Brasil y a toda América latina les conviene más un gobierno de izquierda que no aplique su programa, como el de Lula, que el retorno a una derecha conservadora y seudoliberal. Les digo que no deben equivocarse de adversario: el verdadero peligro no es la izquierda estilo Lula o Bachelet, sino el populismo. Chávez, en Venezuela, y Morales, en Bolivia, son realmente peligrosos. No están a la derecha ni a la izquierda: son populistas. Y aliados de Fidel Castro, un hombre indestructible (y, según la revista Forbes, uno de los más ricos del mundo).
Estos tres populistas constituyen una alianza extraña: Castro tiene las ideas, pero no el dinero; Chávez tiene el dinero, pero ninguna idea; Morales tiene hermosos rasgos andinos que seducen a las masas. También cuenta con el respaldo de Danielle Mitterrand y Jacques Chirac. A falta de un héroe carismático -el subcomandante Marcos desapareció en Chiapas- Danielle ha encontrado una causa antiliberal de su agrado. Por ahora, Morales ha confiscado las empresas petroleras y de gas, en particular Petrobras y Total. "Evo, has restaurado la dignidad de tu país, escarnecida desde hace cinco siglos", le dijo Chirac. Evo se sintió alentado y nacionalizó el agua. ¡Qué importa si Bolivia no existía hace cinco siglos! En cambio, Chirac tiene razón en un punto: en América latina, la oligarquía cometió muchos abusos contra los aborígenes y los esclavos; ahora, la democracia permite que sus descendientes se venguen.
a mí me pareció muy interesante lo que propone.
ReplyDeletese me ocurre que es como un enfoque más pragmático del liberalismo. ajustado a sociedades como la latinoamericana. algo más "políticamente factible".
El modelo menemista tenia mucho pobre, pero se estaba mejor como pobre con menem que ahora o con alfonsin.
ReplyDeleteY tampoco fue la panacea liberal los 90.
Jorge, a mí también, pero me parece que Lula sólo zafa de ser calificado como desastre en comparación con lo demás.
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