Y siguen las historias de éxito de las empresas estatales en la región. Ahora es Ecuador con Petroecuador. Un verdadero ejemplo de eficiencia y sentido empresarial al servicio del país.
Insisto, no aprendemos más. No se trata de una cuestión racional, está mucho más relacionado con lo testicular, lo emocional, lo ideológico. Y los sentimientos, la parapitosis, no entienden de hechos ni de cifras. Nos tenemos que volver a dar con el gusto, aunque seamos más pobres. Por lo menos tendremos Dignidad:
Hace 30 años aproximadamente, algún economista, bueno en números, convenció a los gobernantes de turno que crear una empresa estatal que explotara el petróleo ecuatoriano, traería mayores ganancia al estado. Dinero que se debía luego utilizar para crear escuelas, carreteras, hospitales, etc. Se creó CEPE, se compro a los británicos (ANGLO) los campos de la península y empezó lo que debía ser el periodo de glorioso crecimiento del país. Durante algún tiempo la económica creció, el estado tuvo más ingresos, parecía que el sueño de ser un país rico se iba a realizar y de pronto nos cayó el balde de agua fría.
El Estado, y los gobernantes corruptos que siempre nos gobierna, habían usado las ganancias petroleras para obtener créditos extranjeros. Estos créditos debían ser usados en obras de desarrollo.
Algún dinero llegó a las obras, otros fueron desviados para gasto corriente, campañas y por supuesto las cuentas de los gobernantes, ministros, secretarios y demás burócratas dorados. El gran negocio del Estado se volvió una piñata gigante donde todos los políticos y politiqueros golpeaban buscando que caigan los caramelos.
El resultado luego de 30 años de manejo de los recursos petroleros, es que recibimos más dinero pero al mismo tiempo pagamos más deuda, los pozos son mal manejados, se necesitan millones para reinvertir en Petroecuador y no hay capacidad, muy pronto Petroecuador, así como las eléctricas, comenzará a paralizarse.
Esto es prueba de que no se está acabando el petróleo.
ReplyDeleteKeep the petrodollars flowing.
Me gustaría decir que Chile está dando el ejemplo aquí, pero no: Codelco, la compañía de cobre más grande del mundo, pertenece al estado de Chile (¡perdón! A todos los chilenos). Claro que, siendo Chile del que estoy hablando, está relativamente bien administrada, lo que no impidió que un aprendiz de brujo de las finanzas, empleadito estatal, jugara a los "futuros" en las bolsas del mundo con el cobre nacional hace algunos años: perdió cerca de 500 millones de dólares que "todo" el país tuvo que resarcir. Afortunadamente, Chile ya no depende del cobre como antes. El metal es sólo un 25% de las exportaciones y la parte de Codelco es la mitad de eso (unos 5 mil millones de dólares, aproximadamente). Pero Ecuador es diferente. Su administración pública no ha brillado precisamente por su probidad y excelencia. Como dice Luis, esto es un asunto de gónadas, de quién la tiene más larga, quién golpea más fuerte la mesa. No hay mucho de racional en estos andares, excepto el precio del petróleo y la codicia de varios políticos.
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